Reabre un túnel de Barcelona en obras antes de tiempo

Continúan los trabajos en la L8 de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya. Los trabajos obligarán a talar más de un centenar de árboles en el parque de Joan Miró y, en su fase anterior, han obligado a cortar durante varios días la circulación del túnel de la Gran Via que conecta con la plaza de Espanya. No obstante, gracias a la velocidad con la que se han realizado los trabajos, este túnel, que iba a permanecer cerrado hasta el próximo día 10 de abril ha reabierto esta madrugada.

La vía de acceso a la capital catalana funciona ya sin contratiempos y a pleno rendimiento en estos momentos, por lo que es de esperar que no se produzcan los atascos y congestiones de las últimas jornadas, ya que los coches solo podían transitar por las carreteras laterales de la plaza de Espanya. 

OPERACIÓN RETORNO

Se trata, por tanto, de un adelanto de dos días en al calendario que coincide, además, con el inicio de la operación retorno a Barcelona por el puente de la Semana Santa que comenzará mañana. Y es que el Servei Català de Trànsit (SCT) prevé la llegada de hasta 600.000 vehículos a Barcelona y su Área Metropolitana.

Vehículos volviendo a Barcelona en una operación retorno / ARCHIVO

Los trabajos realizados en entre tramo, que han contado con un presupuesto de 430 millones, han consistido en hacer nuevos cruces en el alcantarillado, de electricidad, gas y telefonía. Asimismo, en lo que duren las obras se alargará en tres estaciones la actual L8 de FGC y se conectará por Gràcia con la L6. También se ampliará la estación de la plaza d'Espanya. Bajo las previsiones actuales, las obras deberían estar finalizadas entre 2029 y 2030.

Las obras han desatado una gran polémica por el desmantelamiento del parque de Joan Miró. La zona verde se ha tomado como enclave para llevar a cabo excavaciones e introducir las tuneladoras y, para ello, talarán los árboles del parque, motivo que ha hecho que los vecinos se levanten contra las autoridades por esa misma decisión. Además, también se produjo un fuego cruzado entre el Ayuntamiento y la Generalitat, pues los segundos acusaron a los primeros de estar al tanto de los trabajos mientras el consistorio negó conocer la necesidad de la tala.