La Dirección de Servicios de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona ha sacado a concurso la redacción de un informe para analizar el carril bici de la vía Augusta. El informe, que tendrá un coste de 18.000 euros, incluirá el estudio de todos los modos de transporte y las diversas actividades que se realizan en la zona, como por ejemplo el análisis de la siniestralidad, la indisciplina vial, el funcionamiento de la recogida de basura o la movilidad escolar del entorno.
UNA "EXCUSA" DE COLLBONI
La entidad Barnabici ha criticado esta decisión desde sus redes sociales. Según la entidad han asegurado que el alcalde Jaume Collboni "está preparándose las excusas a dedo para sacar el carril bici de vía Augusta amparándose en el hecho de no oír las quejas y llantos de los conductores de coche del Vallès”. La entidad también alerta de que una de las condiciones de la licitación es “evaluar los aforos de bicicletas que pasen”, cuando el carril todavía no está abierto en su totalidad.
Carril bici de vía Augusta, entre las avenidas Diagonal y Riera de Cassoles / AJ BCN
Una de las obsesiones del anterior gobierno municipal fue la modificación, a marchas forzadas, de la movilidad en la ciudad. La guerra al vehículo privado en Barcelona se ha escenificado en la vía pública mediante múltiples cambios, entre los que destacan la pérdida de plazas de estacionamiento y el incremento de la red de carriles bici.
CAOS E INDIGNACIÓN VECINAL
La vía Augusta es otra de las arterias en las que la bicicleta ha ganado terreno al coche. Las obras de dicho carril bici son causantes de un caos circulatorio en horas punta por la supresión de un carril de circulación en sentido Besòs, y la movilidad en la zona cuenta con un futuro poco halagüeño previsto por los vecinos afectados.
Desde la Asociación de Vecinos de les Tres Torres han expresado en varias ocasiones la "indignación" vecinal por los colapsos ocasionados a raíz de las obras del carril bici. El colectivo vecinal lamenta que la implementación del carril bici fue una "decisión prioritaria" del gobierno de Colau, y denuncia que el consistorio no facilitó la participación de los vecinos para decidir sobre esta transformación.