Guerra entre ecologistas y motoristas por el estacionamiento de los vehículos sobre las aceras
Los conductores denuncian una "campaña de desprestigio" por parte de entidades afines a los comunes, que han exigido a determinados grupos municipales su apoyo para que las motos solo puedan aparcar en la calzada
9 febrero, 2024 23:30El rol de la moto en Barcelona ha sido una de las cuestiones más tratadas en materia de movilidad durante los últimos años. El anterior gobierno municipal, liderado por Ada Colau, castigó a los motoristas con su particular guerra contra el vehículo privado. La implementación de elementos peligrosos para los conductores, las restricciones circulatorias también aplicadas a los automóviles y la supresión de plazas de estacionamiento fueron algunas de las medidas que suscitaron el rechazo de este colectivo.
El cambio de alcaldía, ostentada ahora por Jaume Collboni, ha supuesto una mejora de las relaciones entre los motociclistas y el Ayuntamiento, hasta el punto de encarrilar un plan de la moto que el gobierno municipal prevé aprobar próximamente. Pese a lograr este entendimiento, entidades ecologistas afines a los comunes se han unido para acrecentar su guerra contra el colectivo bajo la exigencia de prohibir el estacionamiento de estos vehículos sobre las aceras.
Mientras estas agrupaciones criminalizan a la moto, a la que acusan de ser una fuente principal de contaminación y de ocupar mucho espacio para viandantes, los motoristas denuncian que se encuentran ante una “campaña de desprestigio” y defienden a este vehículo como una solución para la compleja movilidad de la capital catalana.
Liberar las aceras
Las entidades Catalunya Camina, ECOM, Bicicleta Club de Catalunya (BACC), Eixample Respira, Promoció del Transport Públic (PTP), Prevención de Accidentes de Tráfico (P(A)T), Revolta Escolar y la Federació d'Associacions Veïnals de Barcelona (FAVB) se han unido para elaborar su propuesta Recuperem les Voreres | Fem fora les motos de les voreres. Con esta iniciativa, las organizaciones han reclamado que se prohiba el estacionamiento de motos sobre las aceras en la modificación de la Ordenanza de Circulación de la ciudad.
Estas asociaciones aseguran que la “creación de más plazas de aparcamiento” y las “campañas” de concienciación no han funcionado para evitar este hecho, y denuncian que “la moto contribuye de manera significativa a la contaminación del aire, es la principal fuente de ruido, el medio con más accidentalidad y el que ocupa más espacio de viandantes”.
Aunque reconocen que no han encontrado el apoyo de los grupos municipales durante las reuniones que han mantenido, insisten en que se incluya esta prohibición en la ordenanza. Para facilitar esta condición, las organizaciones han propuesto el establecimiento de “una moratoria de un año” en la aplicación de la prohibición, así como permitir el estacionamiento de motocicletas en los espacios de área verde, zona azul y carga y descarga, destinados al coche.
Campaña de desprestigio
La plataforma Motoristes per Barcelona denuncia que estas entidades han iniciado “una campaña de desprestigio contra la motocicleta que no se sustenta en ninguna parte”, una acción que han llevado a cabo después de que el consistorio barcelonés anunciara la proximidad de un acuerdo en beneficio de los motoristas. Desde el colectivo inciden en que es “imposible meterse en un tema tan complejo” como el estacionamiento de motos sobre las aceras “por el número de motos de la ciudad”, unas “350.000 censadas y 500.000 circulando” en la capital catalana.
Los motociclistas recuerdan que “no circulan en las aceras”, sino que acceden para aparcar. Para evitar que los conductores recorran cualquier distancia fuera de calzada, la entidad propone “rebajar la altura de los bordillos”, lo que permitiría que la moto accediera al lugar de estacionamiento “directamente desde la calzada”. En este sentido, también recuerdan que “bicicletas y patinetes circulan kilómetros sobre las aceras”.
En el colectivo defienden que la moto resulta una solución de movilidad necesaria para optimizar el espacio público, e insisten en que “Barcelona colapsaría” sin ellas. “En aceras anchas no molestan, una moto ocupa 1,2 metros cuadrados de media. Las bicicletas también aparcan en ellas”, remarcan. Para reducir su presencia en las aceras, los conductores reclaman una ampliación del aparcamiento disponible en calzada, creando nuevas plazas “al inicio y al final de los pasos de peatones”.
Prisionera del resto de vehículos
Motoristes per Barcelona hace especial hincapié en el “estrés circulatorio” de la capital catalana, un factor “que pone en riesgo la convivencia durante el día a día en la ciudad”. En este sentido, la plataforma asegura que “la moto es prisionera del resto de vehículos”, por lo que insiste en la realización de “una prueba piloto de seis meses para la circulación por carriles bus”.
Respecto a esta última demanda, los motociclistas puntualizan que se podría hacer uso de estas vías durante las horas punta, lo que evitaría el uso continuado para la circulación de motos.