El metro de Barcelona restaurará cinco trenes históricos: por 2,5 millones

Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) restaurará cinco trenes históricos que marcaron diversas etapas de su evolución. Este ambicioso proyecto, con un presupuesto de 2,5 millones de euros, se llevará a cabo con la finalidad de conmemorar los 100 años de la inauguración de la primera línea de metro de la ciudad, que se cumplirán el próximo 30 de diciembre de 2024.

Los cinco trenes que serán restaurados pertenecen a las series 100, 300, 400, 1100 y 3000, cada uno con un valor patrimonial incalculable para la historia del transporte público en Barcelona. Estos modelos son un testimonio de la evolución tecnológica y del diseño de los trenes a lo largo del siglo XX y principios del XXI. Desde la serie 100, que circuló en los primeros años del metro, hasta la serie 3000, que marcó un cambio significativo en la modernización del sistema, cada uno de estos trenes representa un capítulo crucial en la narrativa del transporte subterráneo de la ciudad.

Restauración de trenes históricos

La empresa encargada de llevar a cabo esta restauración es Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), una de las principales compañías en el sector ferroviario a nivel mundial y la única que había presentado una oferta para este contrato público. CAF cuenta con una vasta experiencia en la rehabilitación de material rodante, lo que garantiza que los trenes serán restaurados con el máximo rigor histórico y técnico.

Antigua estación del metro de Barcelona FUNDACIÓ TMB

Una vez completada la restauración, estos trenes históricos serán expuestos al público antes del 30 de diciembre de este 2024, en un evento especial que coincidirá con el centenario de la inauguración de la primera línea de metro de Barcelona. Esta línea, conocida hoy como L3, fue inaugurada en 1924 y marcó el inicio de una nueva era en la movilidad urbana de la ciudad.

Un viaje al pasado

La exposición de estos trenes permitirá a los ciudadanos y visitantes de Barcelona realizar un viaje al pasado y conocer de primera mano cómo ha evolucionado el metro de la ciudad a lo largo de sus 100 años de historia. Además, esta iniciativa subraya la importancia de preservar el patrimonio industrial y tecnológico, reconociendo el valor histórico de estos vehículos que durante décadas fueron parte fundamental del día a día de millones de barceloneses.