Viaje en el tiempo: descubre cómo eran las antiguas estaciones del metro de Barcelona

Mucho ha cambiado el metro desde su invención. Lo que comenzó a principios del siglo XX como una única línea que conectaba una de las zonas altas de la ciudad con el centro, con el paso de los años se ha convertido en un transporte público de masas que cuenta con más de 1,2 millones de viajeros al día. A lo largo de sus décadas de historia, el suburbano barcelonés ha tenido que adaptarse no solo tecnológicamente, sino al propio terreno.

Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha compartido cómo eran algunas de las estaciones antiguas ubicadas a las afueras de la capital catalana. Sucede que, durante el rápido proceso de expansión de la segunda mitad del siglo XX, algunas de las estaciones no se pudieron --o no se quisieron-- hacer soterradas. Con los años, se han construído estaciones techadas, pero paradas como Santa Eulàlia o Mercat Nou (L1), que ya tocan a L'Hospitalet de Llobregat.

AL AIRE LIBRE

El último tramo de la que es una de las líneas más concurridas en el Área Metropolitanta, por tanto, terminaba con un trayecto que más se parecía a un tren ligero que a un metro. Ahora, la empresa ha recuperado esa idea en estaciones de las líneas L10 Sud.

Una estación antigua del metro de Barcelona / FUNDACIÓ TMB

Cuesta imaginar cómo hace 40 años, mientras se esperaba a que llegara el suburbano, el viajero podía tomar el sol o contemplar un cielo estrellado antes de montar en el vehículo que le llevaría hasta casa.