Este es el punto más frío de Barcelona en las noches de verano

Nos adentramos entre torrentes y rieras de Collserola, entre caminos y senderos que recorren cada día centenares de barceloneses, y entre variedades de árboles y plantas mediterráneas que peinan la sierra de la ciudad. A medio camino entre la cima del Tibidabo y las llanuras del Vallés Occidental, nos encontramos con un punto, conocido como Revolt de les Monges o curva de las monjas, hasta ahora considerado el lugar más frío de Barcelona.

TEMPERATURAS RÉCORD

Más allá de la historia que caracteriza el nombre de este rincón, el Revolt de les Monges es considerado el lugar más gélido del municipio por sus fuertes diferencias térmicas respecto al centro de la ciudad, alcanzando, en algunos casos, hasta los 11 grados de diferencia. Además, desde que se tienen datos continuos, hace ya más de dos años, el Revolt ha conseguido superar, en más de una ocasión, los -5 grados, permitiendo fuertes heladas y temperaturas que tranquilamente se sitúan por debajo de los 0 grados durante la mayoría de mañanas invernales.

Mañana helada en el Revolt de les Monges / METEOREVOLT

¿POR QUÉ ES EL PUNTO MÁS FRÍO DE BARCELONA?

Este fuerte gradiente térmico que comentamos se debe a diversos factores. Por un lado, a su situación geográfica; se localiza en la vertiente opuesta a la ciudad, por lo que se mantiene ajena a los efectos de la llamada isla de calor y al factor que tiene el mar de regular la temperatura de la ciudad (refrescando durante el verano y atemperando durante el invierno). Esto permite que el Revolt reciba de forma directa el frío procedente de comarcas más interiores.

Además, se encuentra, orográficamente, en el espacio de confluencia de tres torrentes, el Torrent de la Budellera, el Torrent de la Vinassa y el Torrent d’en Cardona, esenciales para que el frío descienda por los mismos, como si de un tobogán se tratara.

Mapa en 3D de la vista del Revolt de les Monges en el conjunto de Collserola / APPLE MAPS-EDICIÓN PROPIA

Por si esto fuera poco, el frío que llega a través de estos torrentes, habitualmente secos, se queda acumulado en este lugar gracias a tratarse de un punto muy acotado y delimitado por el resto de orografía circundante, a modo de cuenco o pozo natural de frío que destaca como microclima barcelonés.

¿Y CÓMO SON LAS NOCHES DE VERANO?

Durante el año pasado, Barcelona sufrió hasta 128 noches tropicales con temperaturas mínimas de más de 20 grados. No solo eso; en el centro de la ciudad se llegaron a alcanzar 39 noches tórridas, con temperaturas por encima de los 25 grados durante la noche. Sin duda, unas cifras que contrastan con las de este punto tan peculiar.

Y es que en toda la serie, registrada hasta el día de hoy, no se ha contabilizado ni tan solo una noche tropical. Absolutamente, todas las noches, incluso en el peor año de calor de la historia de Barcelona, el Revolt de les Monges ha disfrutado temperaturas mínimas por debajo de los 20 grados.

Revolt de les Monges / ROBERTO DE GODOS CARRERA

Sin duda, este lugar tan único de la ciudad de Barcelona se convierte en un paraíso térmico, incluso hasta en las peores olas de calor.