Más allá del Bicing: las siete empresas de 'bicisharing' que tendrá Barcelona en 2025
- El consistorio de la capital catalana ha concedido casi 3.500 licencias de bicicletas de uso compartido a las empresas que hayan cumplido los requisitos para garantizar el "civismo y convivencia" en el espacio público
- Barcelona destinará más de 350.000 euros a promocionar la movilidad compartida metropolitana
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A lo largo de los 200 kilómetros de carril bici recorren las calles de Barcelona, siempre había destacado un color: el rojo Bicing. A partir de 2025, tras la concesión de casi 3.500 licencias de bicisharing repartidas entre siete nuevas alternativas, aparecerán más colores en el mapa ciclable.
El Ayuntamiento de Barcelona ha hecho oficial la adjudicación de 3.478 licencias de bicicletas de uso compartido después de que siete empresas solicitantes hayan acreditado el cumplimiento de los requisitos para garantizar el "civismo y convivencia" en el espacio público.
Hasta ahora, las empresas solicitantes estaban bajo observación, pues debían acreditar y demostrar cómo garantizarán que los usuarios estacionarán correctamente las bicicletas en sus respectivos anclajes. Siete de ellas cumplieron con la exigencia de "más control" del consistorio, mientras que una octava tiene diez días hábiles para aclarar los defectos detectados para optar a la adjudicación definitiva, y en caso de no ser así, se repartirán las licencias solicitadas entre las otras siete, hasta alcanzar un máximo de 3.975.
A pesar de controlar la red ciclista desde 2007, con una flota actual de 8.000 bicicletas en circulación en la capital catalana, Bicing deberá dejar un hueco para Smart Cycles, Ridemovi, Cooltra Motosharing, Boltest, Lime, Bird Rides y Voi. Todas ellas ya tienen el visto bueno, y disponen de un mes para desplegar las flotas en la calle, respetando las condiciones fijadas por la regulación.
Las condiciones para los recién llegados
Cada licencia tiene una vigencia inicial de dos años, que se podrá prorrogar dos más a criterio del Ayuntamiento, previa petición del titular, y se revisarán cada año, tal y como prevé la normativa para realizar los ajustes necesarios, de acuerdo con la capacidad del espacio público.
Su adjudicación va condicionada al pago de la tasa municipal correspondiente prevista, y los vehículos tendrán que disponer de un número de identificación único y visible para cada una de las bicicletas.