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Mejoras en la entrada de Barcelona. La autovía B-23 ha ganado este sábado, 2 de agosto, un carril bus para facilitar el acceso a la capital catalana que ocupa 7,2 kilómetros.

El nuevo carril comprende desde la conexión de la A-2 con la B-23 en Sant Feliu de Llobregat hasta la intersección de la avenida Diagonal y la avenida Bastardas, pasando por los municipios de Sant Joan Despí y Sant Just Desvern.

La nueva vía se ubica a la izquierda de los carriles de circulación en sentido Barcelona -que se han mantenido todos- y los buses podrán acceder en cualquier punto a lo largo del recorrido.

Más de 700 autobuses diarios

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha celebrado en un acto en Sant Just Desvern las ventajas "de tiempo y de eficiencia" del carril, ya que beneficiará a más de 700 buses diarios.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en la inauguración EUROPA PRESS CATALUNYA

Además, ha destacado que se ahorrarán 15 minutos de trayecto en una carretera que puede llegar a tener unos 98.000 vehículos de movilidad privada en hora punta.

20 millones

Es una inversión de 20,8 millones de euros procedentes del fondo europeo Next Generation EU, canalizados por el Ministerio de Transporte (el Estado es titular de la B-23) y ejecutados por la Generalitat.

Illa ha indicado que el traspaso de la infraestructura del Estado a la Generalitat se formalizará en otoño.

El presidente ha explicado que esta inauguración es sólo una "cata" de los trabajos de mejora en la red catalana de movilidad en la C55, en el Aeropuerto de Barcelona y con la reciente puesta en marcha de la terminal de Hutchinson Best en el Puerto de Barcelona.

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