Entidades de Prosperitat piden a Mossos que protejan la mezquita
Las organizaciones en pro de la apertura del oratorio reclaman medidas de seguridad firmes
20 marzo, 2018 16:20Noticias relacionadas
“Han tenido la mala suerte de encontrarse con ‘cuatro personas’ de extrema derecha en la calle Japón”, ha sentenciado Lourdes Ponce, de la Xarxa Nou Barris Acull. Ésta es una de las conclusiones con las que el colectivo de acompañamiento social ha recriminado a los cuerpos de seguridad su actitud pasiva frente a los sabotajes que padece el oratorio musulmán de la calle Japón. Hace un mes se cumplió un año desde que el Ayuntamiento de Barcelona convocaba una reunión con la comunidad musulmana, junto con una treintena de vecinos de la calle, técnicos de la Oficina d'Afers Religiosos y Nou Barris Acull. El rechazo de una minoría de vecinos se gestó desde aquel momento y desde entonces ha ido ‘in crescendo’. Aquella minoría buscó apoyo fuera del distrito, tan fuera como Badalona y Sant Feliu, básicamente seguidores de Democracia Nacional. Comenzó la ristra de ataques verbales y el asedio a la salida de los rezos, sobre todo los viernes y fines de semana después del 'Isha', el último rezo del día, hacia las ocho de la tarde.
Ante la espiral del miedo, la ignorancia y las desavenencias vecinales en pro y en contra de la apertura del oratorio, desde la Iglesia católica de Santa Engracia, la Asociació de Veïns i Veïnes de la Prosperitat (AAVV Prosperitat), la Xarxa Nou Barris Acull y la comunidad islámica reclaman una orden de alejamiento del grupo extremista que agrede contra el local y a las personas, no sólo musulmanas, sino también a las que apoyan la apertura del oratorio. “Hacen falta medidas firmes. Estamos entrando en una dinámica que puede acabar muy mal”, ha asegurado Albert Recio, de la AAVV de la Prosperitat. “Ya hay niños de 5 y 6 años de la calle Japón que tienen ansiedad, miedo y pesadillas por este tema”, según ha añadido Lourdes Ponce.
La comunidad musulmana ha elegido el camino de la legalidad y se acoge al derecho de libertad religiosa que contemplan diferentes fuentes jurídicas españolas y europeas. Por ahora solo acuden al oratorio a las horas del rezo y lo vuelven a cerrar. Pese a que el aforo es de unas 90 personas, los domingos dan clases de árabe a los niños en la AAAVV de la Prosperitat donde nunca han tenido quejas a falta de un espacio habilitado y por miedo a que se produzca algún ataque. Mohammed, miembro de la comunidad, interpela a los cuerpos de seguridad: “que pongan una línea roja y se cumplan las leyes para todos”, ha dicho esta mañana desde la Federació d´Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB). Al hilo de esta declaración, Lourdes Ponce ha agregado que “cuando se producen otros delitos, se abren diligencias, se te llevan a la comisaría y en este caso no hacen nada”.
Según el comunicado de la FAVB, los cuerpos de seguridad no hacen lo suficiente para frenar el miedo. Los Mossos d´Esquadra mantienen una actitud pasiva frente a los sabotajes y los responsables políticos tienen que velar para que se garantice el derecho a la libertad religiosa.
La apertura del oratorio se reclama con el fin de cumplir con un derecho fundamental que es el de la libertad religiosa recogida en el artículo 16 de la Constitución Española. Se han identificado hasta 40 personas que forman parte del grupo extremista Democracia Nacional, seis de los cuales están bajo proceso judicial por Delito de Odio y Discriminación, catalogado por el Código Penal, cuya pena máxima es prisión. A pocos días de comenzar la Semana Santa, las entidades del barrio que se declaran a favor de la apertura del oratorio reclaman más protección y empeño por parte del Ayuntamiento y de los cuerpos de seguridad para acabar con esta espiral de violencia. El próximo 3 de mayo la comunidad islámica está citada a declarar ante un juez por los daños y prejuicios que viene denunciando durante el último año.
Por el momento, las entidades implicadas en el caso y que abogan por la convivencia piden a los medios y a los usuarios de las redes sociales que no difundan vídeos de personas desconocidas. “Han denunciado a un chico del barrio por robar el móvil a una mujer a la que se le agredió el pasado sábado tras la manifestación de Nou Barris contra el fascismo y no ha sido él”, ha explicado una integrante de Unitat contra el Feixisme.