Josep Bou se ve como candidato a las elecciones municipales de Barcelona en 2023 de cualquier partido constitucionalista, entre los que incluye a Vox. El líder del PP en el Ayuntamiento ha dicho: "Me veo siendo candidato, si veo que es necesario y puedo colaborar, de cualquier partido constitucionalista". Preguntado si Vox lo es, Bou ha respondido que sí. "Acatan las leyes, la monarquía y la Constitución".

Como ha explicado en distintas ocasiones Metrópoli Abierta, Bou mantiene una mala relación con el otro concejal popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Óscar Ramírez. Ambos casi no se hablan. La situación hace que el grupo municipal del PP penda de un hilo y pueda acabar rompiéndose.

SI SE ROMPE EL GRUPO, LOS ASESORES IRÁN A LA CALLE

Si la formación en el consistorio no se fractura es por motivos económicos. Cada grupo municipal en el Ayuntamiento recibe un presupuesto que permite la contratación de asesores. El número mínimo de regidores para formar un grupo es de dos, la cifra que tiene el PP. Si se consuma la ruptura, Bou y Ramírez quedarían como concejales no adscritos y la mayor parte de los empleados de confianza que tienen se irían a la calle.

Las relaciones entre Bou y el PP catalán se tensaron todavía más el pasado 3 de marzo cuando Bou dijo que "hay personas con nombres y apellidos que tendrían que salir inmediatamente del partido. O salen ellos o salgo yo". El concejal lanzó este ultimátum en el programa Cafè d'Idees, de RTVE, que presenta Gemma Nierga y puso una fecha límite: dos semanas.

APOYO DE PABLO CASADO

Han pasado estos 15 días y todo sigue igual, aunque quizá por poco tiempo. Este miércoles, en el programa Bàsics de betevé, Bou dijo que ahora continuará en el PP y encabezando el grupo municipal. "Él no quiere me vaya", aseguró en referencia a Pablo Casado. En la misma entrevista, Bou reconoció públicamente su mala relación con Ramírez y anunció cambios para la próxima semana.

"Se irán los otros, yo no", afirmó Bou, sin dar nombres. Una parte de los asesores del PP son fieles a Bou y otros a Ramírez. Como presidente del grupo municipal, el empresario puede echar a quien quiera, incluidos a los consejeros de distrito. Los populares tienen tres: en Nou Barris, Les Corts y Sarrià-Sant Gervasi. "El control del grupo lo tiene Bou como presidente", subrayan fuente municipales.

Ramírez seguirá como concejal -el cargo es personal si no dimite- pero se puede quedar sin equipo. Fuentes cercanas a Ramírez han explicado que el edil ya ha avisado que pueden haber despidos. Quizá el PP se harte y sea Ramírez quien rompa el grupo municipal y deje a Bou también sin asesores.

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