El pasado mes de diciembre el gobierno municipal de la Alcaldesa Colau y PSC aprobaron una subida de impuestos para las terrazas de toda la ciudad con el apoyo de ERC. Pero las tasas no son para todos iguales, en especial para aquellas situadas en zonas más turísticas o con capacidad económica mayor, como es el caso de la plaza Reial. Por su ubicación, se considera una zona Premium de Barcelona, un hecho que conlleva la aplicación de nuevas tasas absolutamente desproporcionadas como es aplicar un incremento del 1.136 %.
Los hosteleros de la plaza Reial se quedaron sin respiración cuando comprobaron el coste de la nueva tasa que se aplicará este 2020. Un restaurante que pagaba 4.000 euros de licencia anual pasa a pagar 45.000 euros, un hecho inmoral que supondrá destrozar la economía de estos bares y restaurantes. Lo peor es que los hosteleros advierten que nadie del Ayuntamiento les aviso sobre esta brutal subida, un hecho que para muchos supondrá la reducción de personal o incluso plantearse el cierre.
Desde el Partido Popular hemos expresado nuestro apoyo a los 20 restauradores afectados de la Plaza Real que han decidido emprender acciones legales para solicitar la anulación de la ordenanza fiscal y evitar que se haga efectivo la subida de impuestos. Además, en la Comisión de Economía propusimos un Plan de Contingencia para estos restaurantes de Plaza Real, pero Colau y PSC no lo apoyaron y ERC se abstuvo, cuando su voto favorable hubiese supuesto aprobar el Plan de ayudas. Esta decisión, a la práctica, supone aplicar un doble castigo fiscal a los restauradores de una plaza con muchas oportunidades, pero también con problemas como la inseguridad, la temporada baja de turismo o las futuras obras de La Rambla.
Nosotros pedíamos activar un conjunto de medidas fiscales y económicas como bonificaciones y subvenciones para revertir la subida de la tasa. Incrementar la presencia policial en la zona para mejorar la seguridad de los clientes. Y por último, pactar con la asociación de comerciantes un plan para hacer frente al impacto negativo de las futuras obras de la Rambla, que incluya medidas fiscales y de promoción de la actividad comercial y de restauración.
El mandato anterior, Colau utilizó la ordenanza de terrazas en contra de la actividad económica y el bienestar social, en lugar de hacerlo como una herramienta al servicio de la convivencia, la creación de empleo, y la cohesión social. Un hecho que provocó la protestas del sector de la hostelería contra su mala gestión. Ahora utiliza la tasa de terrazas para exprimir a un sector que está harto de pagar los errores de la administración. Los bares y restaurantes necesitan apoyo del Ayuntamiento para levantar la persiana cada día, no puede ser que se encuentren con tantas trabas, un hecho que demuestra que el gobierno municipal de Colau y PSC promueven medidas propias de quien no sabe qué es un negocio.
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Josep Bou es el Presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Barcelona.