Cuando el Paral·lel era lo más divertido y colorido de Barcelona, y no la gris, desierta y triste avenida actual, había un teatro o un cine en cada esquina, todos conectados por aceras con terrazas concurridas y animadas. Relumbraban entonces espectáculos musicales de variedades con vedetes descocadas que bailaban y cantaban: “Somos las chicas alegres que trajo Colsada para quitarles el mal humor”. Matías Colsada (Madrid, 1910-Barcelona, 2000) fue el empresario y emperador de la revista musical en España, con centro y epicentro en el teatro Apolo de Barcelona. Descubrió y proyectó a Lina Morgan, Concha Velasco, Tania Doris, Carmen del Lirio, Gracia Imperio, Carmen Morell, Marujita Díaz, Gemma Cuervo, María Asquerino, Mary Carrillo, Queta Claver, Vicky Lusson, Paloma Hurtado, Florinda Chico y otras muchas actrices.
Todas ellas formaron un elenco de damas en la vida real y de grandes señoras en los escenarios. Y relegaron a un segundo plano a tantos actores y directores de primera división, que sus nombres no caben en este espacio. Porque la faena de aquellos varones consistía en que ellas luciesen más, más y mucho más. Algunos títulos que servían para que aquellas estrellas tan bellas quitasen el mal humor a varias generaciones serían ahora censurados o prohibidos por la alcaldesa de Barcelona y su sección feminoide, si pudiesen. Así por ejemplo: ¡Castígame!, ¡Bésame!, ¡Ay, que loca!, ¡Caprichosa!, ¡Y vas que ardes!, ¡Mimosa!, ¡Ay mamá, qué nochecita!, Mi esposa, la otra y yo. Locas por él. ¡Ay, qué ladronas!, Mujeres artificiales. Me las llevo de calle. Se traspasa señora. Las sospechosas. Las atrevidas. Trasplantes de marido. Tres mujeres para mí. Pili se va a la mili. Una reina peligrosa. Contigo pan y señora. Nena, no me des tormento. Sin olvidar al machista más imperdonable de todos los machistas que en el mundo han sido: Don Juan Tenorio.
Es evidente que el Paralelo se degrada. Pero sostiene la alcaldesa que ha mejorado porque Barcelona es una ciudad feminista y ella bisexual. Para comprobarlo, basta con comparar las biografías de aquellas alegres muchachas de Colsada con las de Colau y sus amigas que chupan de las ubres de la generosa vaca pública. Águeda Bañón, célebre por su incontinencia urinaria. Janet Sanz, boicoteadora de todo lo que ruede con motor. Laura Pérez, sin otro oficio ni beneficio que un presunto feminismo cuestionado por feministas de toda la vida. Lucía Martín, pareja de la asesora municipal Alicia Ramos y viceversa. Laia Ortiz, desertora de la defensa social de los pobres antes de que sea demasiado tarde y pillen a más de alguna como ella entre los tejemanejes económicos de Borja&Desc. Gemma Tarafa, responsable de la mala salud de un alto porcentaje de la población barcelonesa. Gala Pin, devuelta a vivir del paro tras fracasar en sus cargos públicos y en la empresa privada. Gemma Galdón, beneficiaria de subvenciones municipales a dedo de Ada… En resumen, un coro de populistas ineptas y descabelladas que no son la alegría de la huerta y propagan mal humor hasta más allá del Paralelo.