Cada vez hay más carteles en todo el distrito de Sant Martí que alertan del problema que sufren muchos vecinos con la aluminosis, especialmente en pisos antiguos que necesitan obras urgentes de rehabilitación. El problema es muy preocupante ya que alrededor de 153 comunidades y 50 bloques de pisos están afectados por esta problemática.
Asociaciones como S.O.S Barri del Besòs llevan mucho tiempo en lucha por este problema que sufre el barrio y, sobre todo, para denunciar la desesperante situación que padecen muchas familias, que ven como sus casas se deterioran sin un plan definido por parte del Ayuntamiento para poner solución a este grave problema.
Los afectados comentan que, muchos de estos pisos, que en sus inicios eran de protección oficial, se construyeron con materiales de mala calidad, por lo que no únicamente tiene problemas de aluminosis sino además problemas estructurales. Esto lleva a un sinvivir a los afectados, aquellas personas cuya vivienda puede venirse abajo provocando el no estar seguros en sus propias casas. Muchos pisos están apuntalados, en otros han tenido que colocar vigas, hay filtraciones de agua, cada vez hay más grietas debido a las vibraciones producidas por el tranvía, y muchas de las cornisas están desprendidas, entre muchos más problemas que en época de cuarentena se agravaron haciendo que en alguna ocasión tuvieran que ir los bomberos para apuntalar pisos. El problema no solo lo padecen los propios vecinos, sino también aquellos que están alrededor. Algunas viviendas afectadas se encuentran cerca de escuelas, como es el caso de la escuela Eduard Marquina, y de un mercado, por lo cualquier desprendimiento podría afectar a gente que se encuentre alrededor provocando una gran desgracia.
Es incomprensible que, dado el gran problema que sufren los vecinos y la envergadura que está tomando, no se tomen medidas más urgentes. No solo desde el ayuntamiento del Distrito, si no también por parte del gobierno de Ada Colau que tanto señalaba a la vivienda pública como el problema a resolver en Barcelona. Es necesario acelerar el plan de rehabilitación que anunció el consistorio en junio de 2020, ya que en el primer mandato de Colau el Ayuntamiento se olvidó por completo de atender a estos barrios.
Los vecinos sienten un gran malestar hacia el gobierno del Distrito, ya que consideran que no están haciendo nada para solucionar el problema del barrio. El 9 de marzo se publicó una noticia que indicaba que se constituía una comisión de trabajo para elaborar un Compromiso para el Besòs y el Maresme, un acuerdo que impulsará una serie de actuaciones en el barrio.
Nosotros apoyamos que los afectados estén presentes en la mesa de negociación ya que, como principales afectados, deben defender sus derechos y sus viviendas. No podemos silenciar a los vecinos con anuncios, se deben aportar soluciones inmediatas.
Entre los puntos que se solicitan al Gobierno municipal para defender el proyecto de regeneración integral, se encuentran: Un estudio social de la zona, incluyendo una radiografía exhaustiva de las comunidades; realizar un plan de acompañamiento a las comunidades; formulación de un convenio justo, y de acuerdo con la realidad de la zona; y la creación de una Oficina de Intervención y Soporte a las Comunidades.
No sabemos si esta comisión será un antes y un después en esta problemática, y si realmente abordará los problemas de los afectados para aportar soluciones reales o será otra comisión estéril que puede llevar al enfado y frustración de los vecinos del barrio.
Los barrios del Besòs y el Maresme llevan mucho tiempo con esta lucha. A todo ello se le suman todos los problemas que tienen de okupación, inseguridad y falta de limpieza en sus calles, entre otros. Por eso, desde el Partido Popular trabajaremos para apoyar a los vecinos. No solo es una rehabilitación urbanística, sino también una rehabilitación social. Si con esta comisión no llegan los cambios, nos situaremos siempre al lado de los vecinos para luchar y lograr cambiar esta desidia de un gobierno de Colau más preocupado en aparentar delante de los vecinos con anuncios a bombo y platillo, que ofrecer soluciones reales. Por cierto, Colau lleva seis años de alcaldesa. La que dijo que cambiaría la situación de la vivienda en Barcelona queda más en evidencia que nunca ante los vecinos del Besòs-Maresme.