Váyase, señora Colau. Desde que usted gobierna, Barcelona ha dejado de ser una ciudad admirada en el mundo y ha pasado a ser un referente de inseguridad, incivismo y suciedad. Su propio barómetro dice que desde finales de 2018, la inseguridad es la principal preocupación de los barceloneses: hemos sufrido una pandemia mundial, han muerto miles de personas por el Covid-19, estamos inmersos en una profunda crisis económica y social, y a los ciudadanos de la metrópoli que usted gobierna le preocupa la inseguridad. ¿Se ha preguntado por qué?

Señora Colau, los altercados ocurridos durante el segundo día de las fiestas de la Mercè son intolerables, impropios de una ciudad europea, democrática y moderna. ¿Se ha parado usted a pensar lo que ha pasado en Barcelona y lo que significa? En una sola noche, en la plaza de Espanya, su gobierno, señora Colau, permitió un botellón de 40.000 personas. ¿Le parece normal? Y fue por segunda noche consecutiva. En la primera, los agentes toleraron la fiesta callejera para evitar males mayores, según su teniente de alcaldía Jordi Martí. El resultado salta a la vista.

En un sola noche se han producido 43 heridos, 13 de ellos por arma blanca. En una sola noche, en esta Barcelona antes admirada en el mundo, se han quemado coches y saqueado comercios. En una sola noche, la policía ha detenido a 20 personas. En una sola noche, los vándalos han destrozado el mobiliario urbano y han arrasado las instalaciones de Fira de Barcelona. Y en una sola noche, una vez más, Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra han aguantado lo inaguantable.

Señora Colau, en Barcelona falta ley y orden. Se lo explicaba el otro día la regidora Eva Parera en este mismo medio. Le recomiendo que le haga caso. Tiene razón en pedir más mossos y cuando dice que las competencias de orden público y seguridad son de la policía autonómica. Pero los ciudadanos estamos ya cansados de que siempre se esconda bajo el ala y los políticos se echen la culpa los unos a los otros. ¿No sabe usted coordinarse con la Generalitat? ¿Tan incompetentes son ustedes, a un lado y otro de la plaza de Sant Jaume, que no son capaces de poner fin a estas masivas fiestas callejeras?

Numerosos barrios de Barcelona llevan cinco meses sufriendo la plaga de los botellones. Los vecinos del Born, Barceloneta, Sant Martí y Gràcia -entre otros muchos barrios- llevan meses sin descansar. Cada fin de semana, esos barrios amanecen llenos de orines, excrementos y suciedad. El ruido es insoportable. Hay ciudadanos de Barcelona que necesitan medicamentos para descansar, pero la solución, para usted, es la tolerancia. Déjeme que le diga una cosa: con los botellones han dejado crecer un monstruo y les va a costar mucho acabar con él.

Le recuerdo que la gestión del espacio público y de los botellones son de su competencia. Desde finales de 2005, Barcelona tiene una Ordenanza de convivencia, aprobada por sus socios de gobierno, el PSC, que usted quiere revisar a la baja. La normativa dice muy claro que el consumo de alcohol en la vía pública está prohibido. ¿Para qué está la ordenanza? ¿Para hacer bonito? Aplíquela y cobre las multas. Y, por lo que más quiera, impulsen desde el Ayuntamiento, a las instancias que correspondan, los cambios legislativos necesarios para poner fin a este caos.

Señora Colau, si no se ve capaz de gobernar, váyase. Le aseguro que miles de barceloneses se lo agradecerán. Barcelona y sus ciudadanos merecen más respeto. Y una ciudad segura, tranquila y cívica para vivir.