La vuelta a la normalidad tiene que pasar sin lugar a dudas por la recuperación de nuestros negocios. Evidentemente, su recuperación tiene que llegar gracias a la recuperación de la normalidad de nuestra economía, pero hay veces en que la velocidad a la que llegan las correcciones del mercado es demasiado lenta, y en ese momento debemos decidir si queremos sentarnos a esperar o si queremos hacer algo más.

Las administraciones públicas pueden jugar un papel clave en momentos tan complicados como el que ahora mismo atravesamos. Pero si quieren jugar un papel importante deben ser capaces de arriesgar. Frente a una crisis debemos decidir, en primer lugar, cuál es la relación de la administración con su entorno. Hay quienes prefieren dejar que el mercado lo regule absolutamente todo, y hay quienes prefieren utilizar los recursos públicos para corregir de forma más rápida los errores o anomalías del mercado.

Particularmente considero que las administraciones deben ser capaces de trabajar de forma proactiva para conseguir impactos más rápidos de los que puede conseguir el propio devenir del mercado. Es más, he defendido el papel que puede jugar la administración incluso como facilitador de capital riesgo para empresas innovadoras.

Otra de las máximas que me gusta defender es la capacidad que tienen los entes públicos para conseguir multiplicar la inversión que realizan gracias a la colaboración público privada. Afortunadamente a día de hoy tenemos muchos ejemplos de éxito de este tipo de colaboración que se articula de diversas formas. El más reciente es, probablemente, el bonus Consum lanzado por el Ayuntamiento de Barcelona. Un bono que llegó a la ciudad justo después del cultural que, debemos reconocer, funcionó francamente bien. El bonus Consum ha conseguido que una inyección del Ayuntamiento de tres millones de euros se convierta en prácticamente 7.5 millones de gasto total que ha llegado los comercios de nuestra ciudad.

El funcionamiento ha sido sencillo y ha sido todo un éxito. Por cada 10 euros que gastaba el ciudadano, el Ayuntamiento añadía 10 más, buscando conseguir un efecto multiplicador evidente. La primera edición del bonus consum consiguió hacer llegar a los comercios de nuestra ciudad los tres millones de euros destinados por el Ayuntamiento más el efecto multiplicador consecuente. La iniciativa ha funcionado tan bien que hace poco se anunció desde el Ayuntamiento la creación de 100.000 bonos más que podrán adquirirse a partir del 20 de diciembre, con la consecuente inversión de un millón de euros extra para este programa que se ha revelado todo un éxito para las más de 1.700 tiendas que se han adherido.

El papel del Ayuntamiento tiene que ser este, sobre todo en momentos en los que su inversión es fundamental para reactivar el consumo. El comercio de proximidad de nuestra ciudad ha vivido momentos muy complicados por culpa de la caída de ingresos derivados de la crisis del coronavirus. Es cierto que la campaña de Navidad, presumiblemente, anima las ventas de un sector que ha sufrido mucho. Pero no es menos cierto que nuestros hábitos han cambiado por el uso constante de plataformas digitales que han facilitado las compras durante este último año y medio a muchos de nosotros.

Luchar contra los cambios de hábitos es tremendamente complicado, y sin duda ayudas como la del Ayuntamiento han sido muy positivas para aquellos negocios que han querido sacarle partido. Pero competir con los grandes agentes globales como Amazon pasa también por hacer que el comercio tradicional de un salto cualitativo para seguir satisfaciendo las demandas de los consumidores. Ahí de nuevo la iniciativa pública es fundamental para canalizar todos los esfuerzos de aquellos pequeños comercios que han decidido digitalizarse.

Considero que es muy buena noticia que desde el Ayuntamiento de Barcelona se haya apostado por una plataforma digital y global que aúna a todos los comercios que han querido digitalizarse, y que nos permita operar de forma online con aquellos comercios que así lo deseen.

El Bcn Market es una apuesta de futuro que deberá ser capaz de competir de tú a tú con las grandes plataformas internacionales en las que muchos de nosotros somos usuarios habituales. Evidentemente el sector público está para gestionar los recursos que sean de todos, pero también debe ser capaz de afrontar los grandes retos compartidos que tenemos como ciudad. Es cosa de todos que nuestro comercio salga adelante, y por tanto, también es cosa de nuestro Ayuntamiento.