A poco más de 500 días para las elecciones municipales el debate sobre los posibles alcaldables parece más vivo que nunca en todo el arco municipal. Hemos visto como durante las últimas semanas muchos medios se han hecho eco sobre los rumores que rodean a los líderes de los diferentes partidos en el Ayuntamiento de Barcelona. Y tiene muchos sentido que se produzca ese debate viendo lo convulso que está el panorama municipal.

La política Barcelonesa cuenta con un escenario complicado para muchos partidos. Y la verdad es que la rumorología, en algunos casos, es más que justificada.

En el caso de Esquerra Republicana el debate lleva vivo desde el inicio de mandato, pero ha cobrado más fuerza que nunca tras el ridículo espectáculo que hemos vivido con los presupuestos de la ciudad. Ver a Ernest Maragall tener que comerse sus propias declaraciones diciendo una cosa y la contraria en menos de 48 horas empujado por un acuerdo decidido en la Generalitat ha sido la guinda del pastel. Su credibilidad para repetir como cabeza de cartel ha quedado después de eso más tocada que nunca por más que él haya esgrimido en múltiples ocasiones su voluntad de continuar. Es cierto que ya había quienes no confiaban en su repetición por múltiples motivos, pero la jugada de los presupuestos ha hecho que muchos desestimen ya del todo sus opciones.

En otros casos los rumores planean alrededor de los candidatos de forma más o menos justificada por más que intenten zafarse de ellos.

Ada Colau por ejemplo, ha tratado de dejar claro que su compromiso es con Barcelona, pero la duda sobre sus intenciones en el proyecto de Yolanda Díaz dejan para muchos la respuesta sobre su continuidad sin resolver del todo.

La derecha del consistorio se encuentra en momentos de incertidumbre absoluta. El Partido Popular que consiguió entrar rozando el 5% gracias a Josep Bou vive desde entonces una guerra permanente que ya no se molestan ni en esconder. En Ciudadanos, tras la jugada que hicieron a Manuel Valls y tras el espectáculo Carrizosa-Lorena, y tras los resultados que arrastran en toda España ya nadie tiene certezas de nada. Empezó como un proyecto para regenerar la política y han acabado llevándonos a un lodazal de confrontación estéril difícil de liderar. En Junts per Catalunya la sombra de las candidaturas alternativas enturbian los intentos de Elsa Artadi por consolidar su posición por más que se autoproclamase candidata hace unos meses en un acto interno de partido.

El mapa de candidatos para las próximas municipales deja probablemente más dudas que nunca. Sin embargo, este fin de semana hay una duda que se ha resuelto de forma contundente.

En los últimos meses hemos podido leer en más de una ocasión ciertas voces cuestionando la continuidad de Jaume Collboni al frente de los socialistas barceloneses.

Este fin de semana ha tenido lugar el Congreso Extraordinario del PSC que ha servido para escoger a Salvador Illa como líder del partido. Pero ha servido para algo más. Ha servido para consolidar a Jaume Collboni, que ha salido muy reforzado. Su papel como viceprimer secretario de política municipal en la nueva ejecutiva consagra la apuesta de Illa por su candidato en el Ayuntamiento de Barcelona.

Illa se había pronunciado en múltiples ocasiones. Su apuesta ha sido siempre muy clara, pero para muchos no las palabras no eran suficientes. Ahora, con este nuevo cargo, Jaume Collboni coge todavía más fuerza orgánicamente. Pero si observamos al detalle el congreso nos daremos cuenta de que son muchas más las pistas que nos permiten afirmar que la apuesta es clarísima.

Carlos Prieto, subdelegado del Gobierno de España, Secretario de Organización de la Federación de Barcelona y director de las campañas de Jaume Collboni ha entrado también en la ejecutiva de Salvador Illa como responsable de Acción Electoral. Juntos han sentado las bases de un enfoque potente de cara a las próximas elecciones con el que piensan repetir el éxito de Salvador Illa en las autonómicas devolviendo la victoria a los socialistas. ¿Hace falta algo más para dejar claro que el equipo de Collboni cuenta con todo el apoyo para salir a ganar las próximas elecciones?

Por si todo esto fuera poco el discurso de Collboni en el congreso despejó toda duda. Sus palabras fueron claras. Quiere ser el próximo alcalde de Barcelona. Y los miembros de su partido quieren lo mismo. Al finalizar su discursos gritos de “alcalde, alcalde” aparecieron de forma espontánea dejando muy claro que, aparte del apoyo orgánico, Collboni cuenta con el apoyo de los suyos, de la militancia. Y esa es sin duda la clave del éxito. Collboni convenció de sus intenciones, y los suyos le arroparon.

Queda mucho para las elecciones. Hay muchas preguntas y pocas certezas, pero podemos concluir, que la incógnita en el PSC está despejada. Veremos cuando vamos despejando el resto.