Nadie puede negar que en las localidades en las que el turismo se dispara en verano reforzar la seguridad es imperativo. El incremento de personas en un mismo espacio hace necesario reforzar los servicios públicos. Hasta ahí dudo creo que el razonamiento es fácil de compartir.

La seguridad es un tema que preocupa especialmente en la ciudad. El barómetro municipal así lo lleva indicando durante los últimos años.

También es cierto que la sensación de inseguridad ha ido mejorando desde el 2019. Pero no podemos negar que esa percepción sigue siendo elevada, y por tanto hay que combatirla. Más aún cuando en la ciudad se ha conseguido reducir el número de delitos en los últimos años. Por más que contemos con un -23% de delitos si comparamos con 2019 no podemos descuidarnos. Por eso parece de sentido común exigir un refuerzo importante de Mossos de Esquadra para el verano. La ciudad recibe muchísimos visitantes, y por tanto, necesitamos un incremento de activos.

El compromiso con la ciudad por parte de la Generalitat debe ser firme. A menudo olvidamos que la competencia de seguridad la tiene el gobierno autonómico y acabamos exigiendo a la ciudad que haga más incluso de lo que está en sus manos. De hecho, en materia de seguridad (como en tantas otras como vivienda, por ejemplo), el Ayuntamiento hace un esfuerzo comparativamente mucho mayor al de la Generalitat.

Los esfuerzos del Ayuntamiento en materia de seguridad son de sobra conocidos, pero no viene bien recordarlos. Incremento de la plantilla de la Guàrdia Urbana en 1.000 nuevos agentes llegando al número de policías locales más alto de la historia de la ciudad, erradicación del top manta, lucha contra los bicitaxis, etc. ¿Cuál ha sido el esfuerzo de la Generalitat? Analicémoslo. Pero hagámoslo con cuidado. Porque ha empezado ya la estúpida lucha de cifras que no busca otra cosa que maquillar la realidad.

Particularmente me molesta muchísimo cuando entre políticos se acusan de mentir a la brava sin dar explicaciones ni justificaciones. El pasado sábado el primer teniente de alcalde Jaume Collboni alertaba de que la cifra de mossos de refuerzo aportada por la Generalitat era insuficiente. 65 cifraba en su declaración. Al momento, salían los miembros de Esquerra Republicana en tromba encabezados por el Conseller de Interior Ignasi Elena acusando a Collboni de mentir contraponiendo con otra cifra.

Hablan de 267 agentes más ahora que en 2019. ¿Y entonces qué son estos 65 de los que hablaba Collboni? El ejercicio es tan sencillo como ir a buscar la nota de prensa que publicó el departamento de Interior de la Generalitat de forma conjunta con Mossos de Esquadra, Ayuntamiento de Barcelona y Guàrdia Urbana en el que se lee lo siguiente: “Los Mossos de Esquadra, durante los meses de verano, incrementan la plantilla en 65 efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana que se sumaran a los efectivos policiales que ya trabajan de forma ordinaria en la ciudad.” Y más abajo añade que la plantilla actual, en comparación con la de 2019 cuenta con 267 efectivos más.

Es decir, tenemos más Mossos que en 2019, pero esos efectivos no llegan nuevos ahora en verano (que es lo que intenta vender el Conseller). El incremento de plantilla (respecto a lo que teníamos antes del alud de turistas) es de 65 agentes. Ni uno por barrio. ¿De verdad alguien puede creer que con medio Mosso más por barrio compensamos el incremento de gente en la ciudad? ¿Van a tenerlos trabajando 24 horas al día sin descanso para que tengamos medio Mosso más por barrio? Conocemos de la capacidad de trabajo de nuestros policías. Y de su compromiso con su deber. Pero ni aunque quisieran podrían dar abasto con semejante dotación de efectivos.

Es ridículo ver cómo algunos tratan de manipular los datos para hacernos creer que resuelven problemas cuando en realidad el esfuerzo es insignificante y luego tienen el cuajo de llamar mentiroso a quien dice la verdad.

Pero más ridículo es ver cómo, sin cotejar ni un solo dato, los regidores de ERC han salido a defender a su Conseller pecando de nuevo de lo de siempre. De la supeditación total y absoluta a la Generalitat. ¡Qué diferencia tan grande con aquellos concejales que son capaces de exigir a sus propios compañeros de partido que ostentan responsabilidades en el Gobierno de España lo que consideran de recibo para la ciudad! ¡Qué diferente es tener a Barcelona como prioridad o entenderla como sucursal de la Generalitat!

La Generalitat ni cumple con las inversiones en Barcelona, ni con la construcción de vivienda pública ni cumple en materia de seguridad. De hecho, ni la Generalitat ni ERC cumplen con Barcelona. Se dedican únicamente a quejarse de los supuestos incumplimientos del Gobierno de España mientras son incapaces de hacer su trabajo.

Y este es uno de los grandes problemas de Barcelona. Que cuenta con una Generalitat que durante años se ha dedicado a torpedear a su capital. Barcelona necesita tener en la Generalitat a un aliado. Y desgraciadamente, por el momento, no lo es.