Hace unas semanas de las diferentes encuestas se extraía una conclusión clara. El clima electoral todavía no se había instalado del todo en la mente de las personas encuestadas. Sin embargo, en la mente de nuestros políticos la campaña ha empezado oficialmente. Empieza el tiempo de las valoraciones y las promesas.
Llega el momento de discernir entre tanta propaganda pre-electoral. Hay que determinar cuál nos parece sincera y cuál creemos que trata sencillamente de volver a prometernos lo de siempre sin visos de conseguir absolutamente nada durante los próximos cuatro años. Y eso no siempre es tarea fácil.
La política en general, pero el periodo electoral en particular, está llena de requiebros dialécticos y diagnósticos sesgados que tratan de hacernos ver las cosas no cómo son en realidad, sino como a algunos les interesa que parezcan. Para ello la mentira o la verdad a medias son recursos que se emplean de forma sistemática por parte de algunos que creen a ciegas en su efectividad. Y desgraciadamente, en muchos casos, la mentira parece convertirse en la creencia preeminente.
Por eso es importante no tolerar aquello que no es verdad. Hay que estar muy atento para detectar que se está diciendo de forma malintencionada para trasladar a la ciudadanía una imagen que no es cierta.
La campaña ha empezado también en Badalona, y el candidato del Partido Popular, aparte de estar muy activo en redes, ha iniciado su proceso de buzoneo con un folleto en el que hace una serie de afirmaciones en que, para decirlo suavemente, no dice del todo la verdad.
En materia de seguridad afirma que “en el año 2022 los delitos que se han cometido en la ciudad han aumentado un 20%”, y afirma que en su periodo como alcalde (2020-2021) los delitos eran menores a los del 2022. Se olvida el exalcalde en este caso de apuntar que en su año de mandato estábamos en plena pandemia y que, como en todos los municipios del mundo, la delincuencia bajó.
Olvida también un dato relevante, y es que las infracciones penales y los hurtos en Badalona se sitúan por debajo de la media de Cataluña y por debajo de la provincia de Barcelona en su conjunto. Pero claro, asumir ese dato implica directamente tener que dejar su eje central de campaña para dedicarse a hablar de otra cosa, o a hacerlo con un tono muy diferente al tono alarmante que utiliza a diario.
Para colmo, la promesa de cierre del folleto en materia de seguridad afirma que, si gobierna “recuperaremos los agentes cívicos, la policía de barrio patrullando a pie y la unidad Omega de la Guardia Urbana”. Curiosa promesa cuando la unidad Omega no sólo no ha desaparecido sino que ha doblado su presencia en las calles de la ciudad y los agentes cívicos y la policía de barrio siguen funcionando.
Entiendo que hay quienes, de forma totalmente irresponsable, tratan de sacar votos a costa de preocupar a la ciudadanía con un tema tan sensible como la seguridad, pero me molesta que esto se haga con medidas que no sólo no arreglan nada, sino que demuestran un desconocimiento profundo de la situación del municipio o algo peor, una voluntad clara de amplificar un problema que es mucho menor de lo que parece. Evidentemente hay que seguir trabajando en materia de seguridad, pero hay que hacerlo con propuestas que resuelvan problemas de verdad, no con propuestas que no sirven absolutamente para nada.
Otro de los puntos que llama la atención del folleto es ver lo que promete en materia de limpieza, segunda preocupación de los vecinos y vecinas de Badalona, según todas las encuestas. Según el candidato popular la limpieza es un problema serio y promete un nuevo contrato con un 45% más de presupuesto en dicho servicio después de haberle pegado un tijeretazo importante mientras gobernaban.
La propuesta sorprende teniendo en cuenta que el contrato actual de limpieza caducó en pleno mandato del alcalde del PP y fueron incapaces de iniciar uno nuevo a diferencia de lo que está haciendo el actual gobierno municipal que en breve licitará dicho contrato. Es decir, hablan de hacer, pero obvian lo que han sido incapaces de hacer cuando han tenido la oportunidad.
En el folleto también se habla de equipamientos. En concreto se habla de la piscina municipal. Se habla de una propuesta que quedó prácticamente cerrada, pero se obvia el hecho de que esta piscina se prometió por parte de Albiol en 2014. Tras el anuncio gobernó hasta 2015 y volvió a gobernar de 2020 a 2021. Y de la piscina no supimos nada. Volvemos de nuevo a la constante de promesas incumplidas que se repiten en bucle campaña tras campaña.
En lo que estamos de acuerdo Albiol y un servidor es en que Badalona tiene muchas potencialidades y la inestabilidad política de los últimos años no han permitido desarrollar un proyecto ambicioso y claro de ciudad que, evidentemente requiere de tiempo y de visión de futuro. Y requiere también de capacidad de acuerdo y pacto, cosa de la que el Partido Popular no puede sacar pecho.
Badalona necesita contar con un alcalde capaz de poner los intereses de la ciudad por encima de todo. Capaz de conseguir recursos de donde sea. Capaz de obtener rédito incluso de presupuestos como los de la Generalitat, y es que no debemos olvidar que en estos últimos presupuestos han salido adelante gracias al apoyo del PSC.
Y con ellos se han conseguido compromisos concretos que mejorarán la vida de la gente que vive en Badalona. Se destinarán por ejemplo 5 millones de euros a la redacción del proyecto de alargar la L1 Fondo – Lloreda Sant Crist y se realizará un estudio para el proyecto de construcción del nuevo CAP del Sant Crist de Badalona.
Ahora tocará escuchar los diferentes proyectos de futuro que dibujan unos y otros, pero lo que está claro es que el próximo mayo los betulenses deberán decidir si prefieren hechos o promesas.