Junts per Catalunya sigue lamentándose de no tener la alcaldía de Barcelona. Siempre que pueden recuerdan que ganaron las elecciones y que un pacto les arrebató lo que los ciudadanos les dieron en las urnas. Eso sí, cuando se les pregunta qué pasó en Girona, donde ganó el PSC y la alianza independentista dejó sin la alcaldía a Silvia Paneque, se limitan a balbucear. La vara de medir es diferente, sin lugar a dudas.
Después de año y medio, Xavier Trias ya no está en el Ayuntamiento. Tampoco su aliado del alma, Ernest Maragall, que no está siquiera en ERC. Bien, Junts ganó las elecciones y no gobierna. Y yo les diría: menos mal. Y lo digo porque los de Junts no es que no gobiernen, sino que ni siquiera toman decisiones en cuestiones de ciudad. Mucho demandar a los gobiernos de España, Catalunya y Barcelona que cumplan y que gobiernen, mientras los junteros hacen dejación de sus responsabilidades.
Caso 1. Traslado del Parque de Bomberos del Eixample. El consistorio aprobó el pasado martes, con los votos a favor de comunes y ERC, iniciar la tramitación de la Modificación del Pla General Metropolitano para trasladar el cuartel de bomberos de los jardines de Joan Miró a la confluencia de la avenida de Sarrià con las calles del Comte d'Urgell y de Londres. En el mes de julio, Junts también votó a favor del traslado. Ahora se ha abstenido.
Los vecinos denuncian un pelotazo inmobiliario, y que pierden una zona verde. Digo vecinos porque se juntaron 17 en la plaza de Sant Miquel para protestar por la decisión del consistorio. No es un error, se reunieron 17 que amenazan con llevar el tema a los tribunales. Han estado años y años con una gasolinera en la puerta de casa, y ahora quieren judicializar el tema. Curioso.
La pérdida de zona verde será compensada por un jardín en el interior de una manzana, liberará 2.300 metros cuadrados de suelo en el parque Joan Miró y desencallará un proyecto educativo y un CAP que se ubicarán en los terrenos que ocupaban los bomberos en la calle de Provença, al lado del Hospital Clínic.
Junts argumenta que ha cambiado su voto por la presión vecinal. Al menos, PP y Vox han votado en contra -en julio el PP lo hizo a favor- pero la presión vecinal -de los 17 vecinos, supongo- ha llevado a Junts a abstenerse.
Es decir, a no mojarse. ¿Recuerdan aquello de gobernar y cumplir? Pues ni una cosa ni otra. Dicen que sería bueno atender las peticiones de los vecinos. Espero que entre esas peticiones a atender no figure lo del parque de bomberos subterráneo. ¡Seamos serios, por favor!
Caso 2. La Comisión de Urbanismo aprobó de forma inicial una modificación del Plan General Metropolitano (PGM) para reconocer los distintos usos de las viviendas, que permitirá poner límites a este tipo de alquileres que se han popularizado en los últimos años en la capital catalana. Junts se abstuvo.
En este tema, los junteros son más que erráticos. Impidieron, en septiembre, que el Congreso diera el pistoletazo de salida para debatir la ley. En octubre, cambiaron de opinión porque la propuesta de ERC, Sumar, Bildu y BNG acordaba cambios en ésta. El más significativo, que “los alquileres turísticos fueran diseñados y regulados por los ayuntamientos”.
Sin embargo, ahora que el consistorio toma la iniciativa para “diseñar y regular los alquileres turísticos”, los junteros vuelven a ponerse de perfil y se olvidan de eso de cumplir y gobernar.
Y lo peor, se olvidan de que hacer política es tomar decisiones. Después de estos dos casos, tengo que reafirmarme en dos cuestiones.
La primera, una lástima que Xavier Trias ya no esté en el Ayuntamiento. La segunda, menos mal que sus herederos de Junts no tienen la alcaldía porque, a la vista de su poca acción y decisión, mejor que estén en la oposición. Y una petición: dejen de ponerse de perfil y mójense el culo, como le dijo Miriam Nogueras a Pedro Sánchez. Pero claro, Junts hace bueno aquello de consejos doy, pero para mí no tengo.