Hay que escuchar a Quirós y a todos los alcaldes: la democracia se la juega en L’H

Una manifestación en…L’Hospitalet. Los comerciantes, hartos de hurtos y de la erosión de la convivencia en las calles, salen a la calle. Hay una oposición política que sabe que puede, a su vez, complicar las cosas al alcalde si logra que los vecinos se manifiesten.

Pero el hecho objetivo existe. Los casos de multirreincidentes que acaban en nada sublevan a todo el tejido cívico de la ciudad. Y también a su primer edil, David Quirós, que es muy consciente de que la democracia, ya no el cargo de un político o de otro, se juega en L’Hospitalet y en otras grandes ciudades del área metropolitana de Barcelona.

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La actuación de delincuentes que se saben impunes porque la ley garantista no puede impedir sus fechorías irrita a la ciudadanía. Y comienza a inclinarse por fórmulas populistas, pero efectivas, que señalan la inmigración como causa de todos los males.

David Quirós ha tomado varias iniciativas para llamar la atención, para dejar constancia de la gravedad de la situación. No va a bordo de ninguna flotilla. No alardea de misiones trascendentales como ha hecho Ada Colau.

Es alcalde de la segunda ciudad de Catalunya y ha enviado una carta al ministro de Justicia, Félix Bolaños, en la que insta al Gobierno a luchar con toda la dureza necesaria contra la multirreincidencia delictiva. Reclama medidas. Ruega que el poder del Estado se tome en serio esa cuestión.

Lo pide también el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol. Es un dirigente del PP, mientras que Quirós es del PSC. Pero aquí los colores políticos tienen muy poca importancia. Es cierto que el estilo de Albiol ha sido, a veces, discutible. Pero el fondo de la cuestión es el mismo.

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La convivencia en las ciudades y pueblos grandes de Catalunya dependerá de la actuación firme del Estado. Es muy difícil que un ciudadano entienda que para preservar un sistema democrático hay que admitir que un delincuente –de la nacionalidad que sea—pueda cometer decenas y decenas de delitos y, tras las correspondientes detenciones, esté de nuevo en la calle. En las calles de L’Hospitalet, por ejemplo.

En los últimos meses, el propio Quirós ha protagonizado distintos operativos. Hoy existe una colaboración entre las policías locales, la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra, que ha obtenido frutos. Pero hace falta más. La Administración de Justicia, por ejemplo, debe adoptar mayores compromisos. Hay que juzgar con celeridad. Tomar decisiones.

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Otro problema, --y ese deberá abordarse también con prontitud—es la situación de la Guardia Urbana en ciudades como L’Hospitalet, Badalona, Sant Adrià o Sabadell. Y otras muchas ciudades metropolitanas. Los Mossos han cubierto, en las últimas semanas, la falta de agentes de la Guardia Urbana que estaban de baja.

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Todos deben aportar. Los alcaldes deben actualizar las condiciones de los agentes locales, pero estos también deben implicarse más con sus ciudades.

La democracia, --claro que también hay otras situaciones muy preocupantes lejos de nuestras fronteras—se juega en ciudades como L’Hospitalet. El Estado, en su conjunto, con todo el poder que puede ejercer, debe escuchar a alcaldes como David Quirós.