La fundación Arrels atendió a más personas sin hogar en Barcelona este 2017. Concretamente, 1.912 habitantes requirieron ayuda, una cifra parecida a la del año anterior, que supone un 50% más en comparación con los atendidos de hace cinco años. Según un comunicado que ha emitido este viernes la fundación, de estas personas, 675 han solicitado sus servicios por primera vez. A lo largo del año, 1.518 personas pasaron por el espacio de acogida para resguardarse y hacer uso de los servicios básicos.
En este sentido, Arrels cuenta que la mayor dificultad del año pasado fue conseguir vivienda estable y asequible para que estas personas no vivan más en la calle. De hecho, a principios de año gestionaba 76 viviendas y, a final de año, solo consiguió un hogar más. Eso se debe al aumento en los precios de la vivienda en Barcelona que ha dificultado a la fundación el acceso a nuevos pisos. “El objetivo de Arrels es conseguir que nadie tenga que dormir en las calles de barcelona, y para eso, es imprescindible contar con vivienda asequible y estable para la persona”, denuncia la fundación.
ABRIERON UN NUEVO ESPACIO
Ante este panorama, en 2017, abrieron un nuevo espacio para dar cabida a más personas. Se trata del Piso Zero, un espacio pequeño que se suma a las viviendas, el hogar residencial Pere Barnés, que acoge personas que han vivido en la calle y tiene una salud muy frágil, y las habitaciones de alquiler, que en total dan alojamiento a 248 personas. La fundación cree que "esta nueva modalidad de alojamiento puede ser una herramienta útil y aplicable a los diferentes barrios de Barcelona para ofrecer a corto y medio plazo espacios seguros para las 1.026 personas que cada noche pernoctan al raso".
Por otro lado, Arrels ha señalado que este 2018 se acaban algunos contratos de pisos que gestionan y que sufren por la incertidumbre de no saber si estos contratos se renovarán o subirán de precio.
MÁS PERSONAS SIN HOGAR
"La problemática del sinhogarismo ha aumentado en los últimos años", ha alertado Arrels, que durante el año ha tenido que derivar a más de 500 personas a otros servicios de la ciudad porque no han podido atenderlas por falta de recursos.
Arrels ha asegurado que ya son muchos los ciudadanos y ciudadanas que se preocupan por la situación de las personas que duermen en la calle, pues, de media, la fundación recibe cinco avisos diarios a través de su app, página web, redes sociales o por teléfono. Según han explicado, a parte de las 1.026 personas que duermen cada día en las calles de Barcelona, 2.006 lo hacen en recursos públicos y privados de la ciudad y más de 400 viven en asentamientos irregulares.