Joan Canadell, el gran preboste de la Cámara de Comercio de Barcelona, es un empresario de pacotilla. Su compañía Petrolis Independents administra una red de diez gasolineras. Están adornadas con vistosas banderas esteladas en las marquesinas y en cada uno de los surtidores, a fin de que nadie albergue duda alguna sobre los gustos políticos de su amo.

Todas ellas se gestionan en régimen de autoservicio, es decir, los clientes pagan en las máquinas y se sirven el combustible.

Debido a esta circunstancia, la red entera de estaciones de Petrolis Independents dispone de un único y solitario empleado, el propio Joan Canadell. Hace un par de años contaba con otro trabajador, pero ya no forma parte de la plantilla. La contribución de este patrón de patronos a la generación de puestos de trabajo en la provincia es, pues, manifiestamente mejorable.

RESULTADOS ESCUÁLIDOS

Petrolis factura 9 millones de euros anuales. Su patrimonio neto (capital más reservas) es muy limitado. Se cifra en la nada astronómica suma de 246.000 euros. La firma alcanzó un beneficio de solo 48.000 euros en 2018, el último año del que hay noticia.

Si las magnitudes de su buque insignia semejan más bien escasas, todavía tiene menos sustancia la sociedad mercantil que le ha servido de catapulta para asaltar la Cámara y alzarse con la presidencia.

SOCIEDAD DE TRES AL CUARTO

Se presentó a las elecciones camerales por medio de una entidad de su propiedad titulada Iniciatives Canadell, de Bigues i Riells, fundada en 2015. Su objeto social consiste en prestar “servicios comerciales, de consultoría de marketing y creación de canales de venta”. Su actividad es tan reducida que le ha devengado unos ingresos de solo 132.000 euros.

Nuestro hombre lidera la Cámara de Barcelona desde junio de 2019. En estos diez meses de mandato, sus decisiones en beneficio del tejido industrial y comercial de la zona brillan por su ausencia. En cambio, ha acaparado un buen cupo de protagonismo mediático por su activismo independentista y sus insultos constantes a España.

ENCUESTA RIDÍCULA

Su último exabrupto lo lanzó hace un par de semanas. Dijo en una radio que “España es paro y muerte; Cataluña es vida y futuro”. El aluvión de críticas que le cayó, incluso desde las filas más radicales, es de los que hacen época.

Joan Canadell, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona / EFE



También tuvo la ocurrencia de plantear una consulta entre los socios de la Cámara, sobre sus preferencias por el secesionismo de Cataluña. La encuesta registró tan poco eco que únicamente participó el 0,2% del censo. Pese a su nulo valor estadístico y demoscópico, Canadell sacó pecho y proclamó que de la consulta se desprendía una conclusión asombrosa, a saber, que el 97% de las compañías de la comunidad es partidaria de la independencia.

FALSOS HISTORIADORES

Otra de sus hazañas consiste en haber desterrado el castellano de las conferencias de prensa de la Cámara. Pero quizás su iniciativa más estrambótica reside en pregonar a los cuatro vientos que Miguel de Cervantes era un catalán de pura cepa.

De hecho, Canadell se vanagloria públicamente de que desde hace cinco años abona 200 euros mensuales al Institut Nova Història. Según este tinglado pseudocientífico, Colón, Calderón de la Barca, Shakespeare, Copérnico y Hernán Cortés, entre otros muchos personajes históricos, son más catalanes que la mismísima butifarra.

MASCARILLA DE LA SEÑORITA PEPIS

Canadell también sostiene sin ruborizarse que las compañías catalanas obligadas a exiliarse a otras regiones por el procés son inexistentes y su número se reduce a “cero”. Pero paradójicamente acto seguido amenaza con denunciar a aquellas que hipotéticamente hubieran caído en la tentación de trasladar su sede social fuera de Cataluña.

La gesta más reciente del individuo es el anuncio en TV3 del lanzamiento de una mascarilla “100% catalana” para protegerse del coronavirus. Su aspecto infantil recuerda a los juguetes de la señorita Pepis.

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, con su máscara en TV3



UN FANTOCHE ENTRE PRÓCERES

Joan Canadell es, con bastante probabilidad, el presidente de menor talla intelectual, empresarial y profesional que la histórica entidad cameral barcelonesa ha tenido nunca en sus casi 140 años de vida.

La Cámara de Comercio de Barcelona, constituida en 1886, siempre contó en su cúpula con prohombres de gran prestigio. Son de citar, entre otros, el fundador Manuel Girona, el financiero Félix Escalas, el textil José Valls Taberner, el ingeniero Luis Ferrer-Vidal, el industrial José de Caralt, el metalúrgico Andrés Ribera, el constructor José María Figueras y el polifacético Antonio Negre.

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