El Colegio de Ingenieros ha estudiado y anunciado el desastre que supondrá para Barcelona la reforma de Via Laietana que proponen Colau y su equipo de arruinar la ciudad lo más posible. La iniciativa, que parte del presidente de la Asociación de Ingenieros Industriales de Cataluña, Jordi Renom, ha consistido en presentar alegaciones que demuestran que no se puede limitar para peatones una de las pocas arterias que conectan el centro de la ciudad con el mar, como pintan los falsos planos y dibujos que presenta el Ayuntamiento. La fobia a todos los vehículos que no sean bicicletas, patinetes y coches oficiales de la casta municipal castiga hasta a quienes pasan por la ciudad por causas laborales o de ocio. Los ingenieros se suman, con datos y conocimientos de causa, a entidades profesionales, asociaciones y partidos que intentan evitar otra de las calamidades colauistas. 

Los profesionales desmienten, otra vez, la coartada de reducir el CO2 que esgrimen los negacionistas del progreso, y demuestran que la movilidad que proponen desde el Ayuntamiento implica más recorrido y más contaminación. A falta de aparcamientos en la zona afectada, proponen suprimir el carril bici de Via Laietana por inseguro para los ciclistas, ya que hay otras calles cercanas más adecuadas y seguras. El plan comunero también perjudica a la movilidad, al tejido empresarial y a la actividad económica y comercial, actividades a las que Colau y su malas compañías siempre se han mostrado hostiles porque anteponen su retrógrada y reaccionaria ideología a la ciencia y a la riqueza de la ciudad.

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