Varias malas semanas las tiene cualquiera. Como Rubén Guijarro, el alcalde de Badalona que presume de que en su ciudad los delitos sólo suben un 20%. Como las estadísticas son malas compañeras, resulta ser que durante el primer trimestre de este año los robos en domicilios han aumentado un 141%, al pasar de 60 a 145. Guijarro lo atribuye a una banda especializada en este delito que ya ha sido desmantelada por los Mossos, y afirma que los datos aportados por el ministro de su partido, el socialista Grande Marlaska, “demuestran que Badalona es una ciudad segura y la cifra de delitos está muy por debajo de la media de Cataluña y de la provincia de Barcelona”.
La siempre dudosa solvencia y credibilidad de Marlaska ha sido cuestionada por el exalcalde de Badalona, Xavier García Albiol, quien ha hecho notar que “en Santa Coloma de Gramenet los hechos delictivos se redujeron un 4,6% en el mismo periodo”. Con lo cual, podría ser que las informaciones de Guijarro adolecen de error o falsedad cuando asegura que la delincuencia en su ciudad es inferior a la media de Cataluña, Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, Mataró y Sabadell.
Tras el puntazo de que Badalona sea la sede de la Copa del Rey el 2023, Guijarro se ha pegado un tiro en el pie porque si las armas las carga el diablo, las encuestas las recargan y manipulan muchos demonios. En todo caso, lo menos elegante y de más baja estofa política y moral es afrontar la inseguridad ciudadana como si fuese un campeonato de baloncesto.