La directora general de Endesa en Cataluña, Isabel Buesa, presume de una licenciatura y un máster en una prestigiosa escuela de negocios de Barcelona. Con tanto talento y más de treinta años escalando en la empresa, ahora se dedica a amenazar con cortar la luz a una octogenaria que vive sola si no paga 1.800 euros. Una cifra imposible, porque equivale al consumo de una empresa con cuatrocientos trabajadores. Buesa empezó su irresistible ascensión en Enher y ha ocupado cargos directivos de planificación económica, financiación internacional, implementación de estrategias y políticas, atención al cliente, gestión de oficinas comerciales, servicio de reclamaciones, relaciones institucionales con las administraciones públicas, asociaciones empresariales y de consumidores. Además, ha exportado su sabiduría a Francia y Holanda y ha sido representanta del Ministerio de Industria y Energía en el acuerdo internacional para la gestión de la demanda de la Agencia Internacional de la Energía. Total, para acabar ejerciendo de cobradora del frac.

Modelo de súper woman súper empoderada, no se le escapa ni un detalle ni un euro. Y acosa a la anciana y a sus hijas mediante cartas conminatorias para que paguen la deuda. Según datos facilitados por las víctimas en una red social, todo se debe a que un técnico apuntó mal los datos del contador. Pero después de muchas buenas palabras y ninguna rectificación ni disculpa, la última carta avisa de que, si no pagan, el 15 de agosto, que es festivo, se le cortará el suministro. La perjudicadas lo han denunciado a la Síndica de Greuges y a la OCU. Pero más les vale confiar en que en la fecha de la Ascensión de la Virgen María se obre un milagro. Visto que tanta carrera y tanto máster no garantizan ni un gesto de humanidad ni aportan ninguna fe, esperanza ni caridad a las fuerzas eléctricas de Endesa.

 

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