Luigi Stefanelli
Noticias relacionadas
El director general de Costa Cruceros en España y Portugal, Luigi Stefanelli, ha torpedeado a su compañía y se ha convertido en aliado de Ada Colau y su obcecación por hundir el turismo de cruceros en Barcelona y más allá. Para ayudar a la alcaldesa, Stefanelli ha dejado en tierra a un matrimonio de ancianos americanos, obviando que llegaron tarde por culpa de los retrasos del AVE y cuando el buque aún no había zarpado. Aunque Costa Cruceros estaba avisada, el control de seguridad no les permitió acceder al barco. Ante sus súplicas, la tripulación les dijo que “no podían hacer nada por ellos”. Tampoco nadie les dio explicaciones en el Port de Barcelona.
La viajera intentó enviar una carta al capitán a través de una trabajadora “pidiendo compasión y humanidad”. Pero, al parecer, el lobo de mar fue más entrenado para vestir de gala en las fastuosas cenas de a bordo que para estos sentimientos. El director general puede excusarse en que quien manda en un barco siempre es el capitán. Y así olvidó que el crucero Costa Esmeralda, que ha arruinado las vacaciones de la pareja, lleva el mismo nombre que el de aquella noche del 13 de enero del 2012 naufragó en Italia mientras los pasajeros cenaban. El capitán, Francesco Schettino, fue de los primeros en abandonar el barco y el Tribunal Supremo de Italia le condenó a dieciséis años de cárcel. Quizá sería hora de que Stefanelli compruebe la clase de capitanes en los que confía.