El cocinero Albert Adrià ha confesado que antes de la pandemia planeaba retirarse de la cocina, pero que precisamente el coronavirus fue el motivo que le obligó a "volver a la primera línea".
En una entrevista para Forbes, el chef ha reconocido que "tenía pensado traspasar los restaurantes a los jefes de cocina y a los directores", para quedarse "con una pequeña parte" que le permitiera empezar a retirarse.
"VIDA TÓXICA"
"Durante la pandemia me di cuenta de que la vida que llevaba era tóxica, tanto mental como de salud, y que había abandonado a mi familia", ha admitido el cocincero de L'Hospitalet.
El pasado mes de junio, reabrió su restaurante barcelonés Enigma, con 40 empleados de los cuales siete son de su máxima confianza, aunque confiesa que sufre pérdidas. "De momento, pierdo dinero, porque abrir el local me ha supuesto hacer una inversión de cientos de miles de euros, aunque por ganas y esfuerzo no quedará", ha apuntado.
Es el único restaurante que dirige en España, mientras en Londres dispone de Cakes & Bubbles, y en Nueva York Mercado Little Spain con el chef José Andrés. Los cierres de los locales Hoja Santa, Pakta y Tickets se ha traducido en la pérdida de estrellas Michelin para Barcelona.