Joan Font

La misma semana en que el empresario Joan Font i Fabregó ha ingresado en la lista Forbes de millonarios del mundo con el puesto noventa y un patrimonio de 325 millones de euros, los empleado de su grupo de supermercados Bon Preu le montan una manifestación para reivindicar un incremento salarial que aplique el IPC real y un convenio justo. Para aguarle más la fiesta, sus supermercados han sufrido una caída en sus sistemas informáticos que han inutilizado las cajas de números establecimientos y han generado grandes colas de clientela. El proveedor de sus servicios informáticos es el mismo del Metro de Barcelona, también célebre por su mal funcionamiento. Y la sobrecarga de trabajo que han sufrido sus empleados se ha sumado al malestar laboral de la plantilla que denuncia que los bajos salarios son más bajos que los de otros supermercados.

Empresario nacido en Torelló,  municipio de la Catalunya catalanísima, Joan Font trabajó de niño en un negocio de pesca salada de su familia. Con el paso del tiempo, ha creado y preside el Grup Bon Preu, conocido porque etiqueta todos sus productos en catalán y patrocina la Plataforma per la Llengua. Font es miembro del consejo asesor de la facultad de económicas de la Universitat Pompeu Fabra y recibió un premio de honor “por haber desarrollado un modelo económico pensado y dirgido desde el territorio y enraizado en el país”. Mecenas de la Universitat de Vic para buscar talentos hasta fuera del país, apoyó el procés de Artur Mas y formó parte de su Consejo Asesor para la Transición Nacional. Empresario modélico y muy generoso en lo que a la lengua y el independentismo se refiere, resulta ser un redomado tacaño en los salarios de sus empleados.