Daniel Sirera (Barcelona, 1967), está ilusionado, pero habla con cautela, con máxima prudencia. Acaba de ser designado como alcaldable del PP por Barcelona, y ha dejado un prometedor futuro a corto y medio plazo en Valencia, donde trabajaba como director de gabinete y estrategia del presidente del PP valenciano, Carlos Mazón, llamado a ser el nuevo presidente de la Generalitat valenciana. Ahora el horizonte es otro, y Sirera tiene la misión de levantar el vuelo del PP catalán a partir de un buen resultado en Barcelona, que asegure la representatividad –más del 5% de los votos—y ser decisivo para la elección del nuevo alcalde de Barcelona. “Sacar a Colau es una cuestión vital para Barcelona”, asegura, con la determinación de sacar los colores también a todos los candidatos, y, en concreto, a Xavier Trias, el alcaldable de Junts per Catalunya.
Sirera, que fue presidente del grupo parlamentario del PP en el Parlament, y miembro del Consell Audiovisual de Catalunya (CAC), conoce bien la ciudad de Barcelona y cree que es un privilegio ser el candidato de su “pueblo”. Pero quiere actuar con sosiego. En una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, con la presencia de Metrópoli, considera que lo más importante es que haya un cambio en la alcaldía de la ciudad, para situar en primer término los grandes retos de la capital catalana: la conexión con la economía, para que deje ser “una ciudad hostil a sector como el turismo”.
Ahora bien, el reto de Sirera también es interno, porque el alcaldable por Barcelona admite que una de sus responsabilidades será también la de ayudar a una mayor organización del partido para que pueda aprovechar el efecto que ha causado Alberto Nuñez Feijóo como candidato a la presidencia del Gobierno español. El PP de Catalunya ha quedado desdibujado en los últimos años, y el presidente de la organización, Alejandro Fernández, ha tenido que lidiar con una realidad en la que otros grupos políticos han querido ocupar el mismo espacio ideológico, como Ciudadanos, o ahora Valents, sin descuidar la presión que ejerce Vox. En ese sentido, Sirera reclama que nadie le dé lecciones. "No admito que se me den lecciones de constitucionalismo, porque hace muchos años que defiendo las ideas del PP y no he pasado por otros partidos o por otros espacios políticos", asegura, en referencia a Valents, que dirige Eva Parera, y que pretende un acercamiento de todo ese espacio para elaborar una candidatura conjunta en Barcelona.
TRIAS: "SU JEFE DE CAMPAÑA ES PUIGDEMONT"
El adversario, en todo caso, será para Sirera el mismo que siempre: el nacionalismo, que ahora identifica en Xavier Trias. El dirigente del PP se pregunta en qué posición se encuentra Trias, después de la manifestación independentista contra la cumbre hispano-francesa que se celebró el pasado jueves en Barcelona. "El problema de Trias es que su jefe de campaña es Puigdemont, y está al servicio de ese proyecto, defiende los intereses de Puigdemont, aunque intente disimular, porque, en caso contrario, su actitud respecto a esa manifestación hubiera sido muy diferente. Decidió ponerse de perfil", precisa Sirera, en alusión al argumento que exhibió Trias, que viajó ese día a Murcia para reunirse con unos amigos.
Pero, ¿qué decidirá el PP de Sirera en Barcelona en el momento decisivo? Los dos o tres concejales que, por ahora, le otorgan las encuestas, por encima del 5% de representatividad que exige la ley electoral, pueden ser determinantes para la investidura del nuevo alcalde. Sirera deja claro que con sus votos no podrá avalar la candidatura de Trias --si realmente gana las elecciones-- y que en el caso del socialista Jaume Collboni el problema es que ha avalado las "políticas de Colau". Descartado también el republicano Ernest Maragall, el problema para Sirera puede ser importante. "En todo caso, lo que tengo claro es que se deberá estudiar en qué están de acuerdo con el programa del PP, y nosotros tenemos claro lo que defendemos, y que, en gran medida, es lo que conviene a la mayoría de barceloneses que aspiran a vivir en una ciudad más próspera".
La cuestión también definitoria, que atañe a otros partidos, como al propio PSC, es la capacidad de maniobra respecto al conjunto de la política española. Sirera, preguntado sobre la presión del PP, cuando quedarán pocos meses para las elecciones generales, afirma con contundencia: "Mis jefes serán los ciudadanos de Barcelona, a ellos me debo", en relación al tipo de pactos que pueda suscribir tras la noche electoral. Es decir, Sirera deja de lado --por ahora-- un posible veto de la dirección nacional del PP al hecho de que pudiera votar la elección como alcalde del socialista Jaume Collboni, dejando a Colau fuera del consistorio y también a Trias, a pesar de que ello pudiera suponer un triunfo para Pedro Sánchez de cara a las elecciones generales.
Sirera recuerda que en su etapa en el Parlament de Catalunya suscribió acuerdos con CiU, pero también con el PSC. Eran otros tiempos. Pero muestra la voluntad del alcaldable del PP de encontrar puntos en común, y de no rechazar propuestas únicamente en función de la identidad de quien las presenta.
¿Con quién contará? Tras la decisión de Nuñez Feijóo de elegir a Sirera --era un nombre que había propuesto en su día a la dirección nacional del PP el presidente en Catalunya, Alejandro Fernández-- el candidato a la alcaldía asegura que contará con todos los dirigentes del PP que quieran acercarse a Barcelona para ayudar a la organización. Y da por hecho que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, estará en la campaña electoral, "Ayuso estará, porque, además, me parece que muchos catalanes la querrían como presidenta de la comunidad, por todo lo que ha impulsado y defiende en Madrid".
PROYECTAR LA IMAGEN DE FEIJÓO
El mensaje de Sirera es muy conciso y claro: "El PP ha vuelto", al identificar su candidatura con una manera de actuar característica del partido en Barcelona, tras la etapa del todavía concejal Josep Bou, un empresario independiente que ha causado importantes problemas internos, y que fue elegido como alcaldable por Pablo Casado, el anterior presidente del PP nacional.
Ese "ha vuelto", implica que, para Sirera, las siglas serán importantes a la hora de negociar posibles acercamientos con otros grupos políticos. En concreto con Valents, que lidera Eva Parera, excompañera de Sirera en el CAC, y que fue, también, dirigente de CiU. "Nadie me puede dar lecciones de constitucionalismo", insiste Sirera, con la idea de defender a toda costa las siglas del PP.
Su campaña electoral se dirige en dos direcciones: la propia sobre Barcelona, con esa voluntad de ser decisivo para la elección del alcalde, y la de hacer ver a los barceloneses que "Feijóo es el dirigente que más conviene a los vecinos y vecinas de la ciudad y a toda Cataluña".
Lo que está en juego, a su juicio, es que "Colau deje de gobernar la ciudad, porque ha demostrado su ineficacia, con más inseguridad, con más suciedad, con sectores que se han visto muy perjudicados, como el turístico, con impedimentos de todo tipo al mundo empresarial".