Carles Puigdemont, Toni Comín y Joaquim Forn se hicieron fotos este miércoles en el Parlamento europeo con todos los ‘fans’ que se acercaron. Pero Forn tenía una misión, en nombre de Xavier Trias, que también ha contactado con el expresidente de la Generalitat, aunque no se dejó ver en capital europea. Lo que pide el exalcalde de Barcelona, con la idea de ser candidato de nuevo a la alcadía, es que cualquier decisión que tome Junts per Catalunya no implique una ruptura interna. Aceptaría que los consejeros de JxCat salieran del Govern, pero no una disgregación del partido. Y obtuvo el compromiso de Puigdemont, la mano –otra vez—que mece la cuna en la que se encuentra Jordi Turull al frente de la formación post-convergente.
Es lo que pide Trias, que se resigna a los vaivenes de JxCat --por ahora no sale del Govern y lo decidirá la militancia en una semana-- y al papel notable que ejerce Laura Borràs en el partido, con la figura de Jordi Turull muy tocada, porque no ha podido contener del todo a la facción más rupturista. A cambio de esa aceptación, de que va a ir a por todas en la carrera electoral en Barcelona, Trias podrá diseñar su campaña y tendrá manos libres para establecer su política de pactos, según las fuentes consultadas de JxCat. Eso sí, deberá dejar algún puesto de salida importante en la lista para algún miembro del núcleo duro de los más cercanos a Borràs.
La reunión con Puigdemont en Bruselas sirvió para constatar todas esas posiciones, justo antes de que Trias tome su última decisión sobre su candidatura. Ahora, tras dejar abierta esa posibilidad desde antes del verano, Trias “difícilmente se podría echar atrás”. Pero necesitaba compromisos claros, también con Puigdemont, después de haber cerrado una estrategia con Jordi Turull.
DESALOJAR A COLAU DEL AYUNTAMIENTO
Lo que quedaba y todavía puede derivar en un auténtico campo de batalla, es la unidad de JxCat. La posibilidad, sin embargo, de que ERC lograra una división interna, con consejeros de JxCat que decidieran quedarse en el Govern, con otros fuera del ejecutivo, se ha disipado tras las últimas gestiones entre Turull y Puigdemont. Sin divisiones internas, con la cohesión de JxCat, “esté en el ejecutivo o en la oposición”, Trias se ve capaz de perseguir la alcaldía de Barcelona con un equipo propio, contando con Neus Munté, Jordi Martí y Josep Maria Argimon, que en ese caso sí debería dejar su cargo como consejero de Salut.
La política de pactos es otra cuestión que ha blindado Trias, y que, a priori, podría complicar las cosas a JxCat. Trias desea contribuir a la salida de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona, y buscará los pactos que sean necesarios para ese propósito. Tras la pelea interna en el Govern, entre Junts y ERC, el posible acuerdo entre Trias y los republicanos sería muy díficil en Barcelona. Lo que Trias ha dejado claro es que buscaría un acercamiento con los socialistas de Jaume Collboni, llegue él mismo a la alcaldía o se quede un paso por detrás.
La dirección de JxCat acepta el reto. El propio Jordi Turull señaló este jueves que Trias “solo ha pedido que vayamos todos a una”, en una entrevista en Rac1.
La candidatura de Trias, y JxCat ha tomado nota, puede ser determinante para un cambio no solo en la política local de Barcelona. Junts per Catalunya ha abierto ya un foso con Esquerra Republicana, y buscará que sea desalojada del Govern de la Generalitat. Y en ese tablero político solo existe una pieza disponible: el PSC de Salvador Illa y Jaume Collboni.