El nuevo rostro del PP que aspira a la alcaldía de Sant Adrià de Besòs es el de Irene Pardo Romera. Hija de familia del barrio del Besòs, se afilió al PP cuando aún le faltaba un año para poder votar. Y ahora que ya es mayor de edad, preside las Nuevas Generaciones de su partido en Catalunya. Con ninguna simpatía por los okupas, intenta entrar en un Ayuntamiento en el que el PP no tiene representación desde 2019, cuando el concejal y atleta olímpico Chuso García Bragado salió del consistorio siendo ya una leyenda de la marcha española.

Irene Pardo no pretende que Sant Adrià olvide a su deportista de referencia, sino que desea cambiar la marcha atlética por la carrera de relevos. Con experiencia política suficiente para ser corredora de fondo, se entrenó en Lleida para graduarse en Administración y Dirección de Empresas, carrera útil para administrar y dirigir desde una empresa a un ayuntamiento, siempre que se no tenga manía persecutoria a la empresa y a la iniciativa privadas.

Con ideas claras y tajantes sobre asuntos como la seguridad y los servicios policiales, puede pasar que evite la entrada de Vox en el consistorio de una ciudad que su actual alcaldesa, la socialista Filomena Cañete, no quiere que sea la periferia de Barcelona. Pero Pardo tampoco quiera sea una ciudad dormitorio y es partidaria de incentivar el pequeño comercio. Dicen quienes entienden de cuestiones electorales que Irene Pardo está haciendo una buena campaña joven, sensata y de proximidad.

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