Borja Vilaseca, emprendedor y escritor barcelonés

Borja Vilaseca, emprendedor y escritor barcelonés SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

¿Quién hace Barcelona?

Borja Vilaseca: "La universidad está obsoleta: nadie en su sano juicio quiere que sus hijos estudien una carrera"

El emprendedor educativo y escritor barcelonés señala que la educación que se pensó para alfabetizar a los campesinos en 1850 sigue siendo la misma que se ofrece hoy, lo que genera "un sinfín de disfunciones psicológicas y profesionales"

27 abril, 2024 23:18
Albert Martínez Arturo Esteve

Borja Vilaseca (Barcelona, 1981) cree que todos los problemas de la sociedad actual nacen en la educación. Considera que la escuela y la universidad preparan a los alumnos para un mundo que ya no existe, lo cual genera "gente enferma e infeliz". Propone darle la vuelta a la tortilla transformando por completo el sistema: profesores y estudiantes deben emprender un "proceso de autoconocimiento" que les lleve a repensar quién son y a qué quieren dedicar su vida. Solo entonces los alumnos podrán "desarrollarse, florecer, sacar todo su potencial y adaptarse al nuevo mercado laboral emergente". Vilaseca, que gestiona el hólding educativo Utópika Labs, abrirá en septiembre la escuela Terra, en Sant Cugat, donde pondrá en práctica sus métodos para transformar la educación, y que será la primera piedra de un cambio que ambiciona con trasladar al conjunto de la sociedad.

Tras una larga trayectoria en otros campos, ha decidido emprender en educación. 

Yo creo que siempre me he dedicado a la educación. Mi emprendimiento nace de un trauma, de una familia disfuncional y una adolescencia complicada. Nunca le vi sentido al sistema educativo industrial: siempre me ha parecido la raíz de los problemas de la sociedad. La educación actual genera un tipo de mentalidad enferma, neurótica, egocéntrica… Yo toqué fondo con 19 años, y ahí comenzó mi búsqueda, mi proceso de autoconocimiento. Desde entonces, me he dedicado a divulgar, compartir e intentar educar a los demás. 

Y de este proceso, finalmente, nace Utópika Labs.

Sí, Utópika Labs es un hub de educación consciente bajo el cual organizamos nuestros proyectos empresariales educativos, como el de la escuela Terra. Es un intento de crear una comunidad de inversores conscientes, de emprendedores sociales, padres, madres; personas sensibilizadas con cambiar la educación.

¿Cómo?

Toda la sociedad ha cambiado, pero seguimos educando a las nuevas generaciones con un sistema que se forjó en el siglo XIX. La mentalidad con la que los jóvenes salen del colegio está obsoleta, lo que genera un sinfín de disfunciones psicológicas y profesionales. Nos abocamos a un momento inevitable, imparable, donde todos los colegios están condenados a reinventar su pedagogía. Los métodos tradicionales ya no sirven: cada generación de adolescentes que se gradúa hoy es una generación perdida. El mundo para el que los están formando ya no existe y los jóvenes van directos hacia la drogadicción, el vandalismo, la adicción al móvil o a los videojuegos. Los alumnos y profesores deben aprender a gestionar sus emociones, entender cuál es su propósito de su vida y adaptarse a él.

Uno de sus proyectos es Terra, una escuela que abrirá este próximo curso en Barcelona.

Nuestro principal objetivo no es crear escuelas, sino cambiar la educación. Comenzaremos con tres cursos de párvulos y queremos llevar el proyecto a diversas partes del mundo a través de franquicias. Pero el verdadero proyecto es trasladar nuestro know how a toda la educación: queremos desarrollar un software pedagógico para vendérselo a todos los colegios, que estos modifiquen su pedagogía y podamos expandir nuestras ideas. Me cuesta mucho pensar que en 20 años los colegios seguirán educando como lo hacen hoy: ningún padre en su sano juicio seguirá llevando a sus hijos a esa vieja mentalidad. Los cambios son cada vez más rápidos y una de las consecuencias es que nos vamos a dar cuenta de la obsolescencia del sistema educativo industrial.

También quieren educar a los educadores.

Sí, porque sin ese proceso no hay cambio. Para ello hemos creado Kuestiona, donde queremos que con introspección, sanación y transformación los profesores puedan variar su mentalidad, y los alumnos sean capaces de desarrollarse, florecer, sacar todo su potencial y adaptarse al nuevo mercado laboral emergente.

Y empresarialmente, ¿cuál es el siguiente paso?

Acabamos de cerrar una ronda de 1,6 millones de euros. Lo que queremos es entrar en el ecosistema empresarial y darnos a conocer a más gente. Entonces, los inversores,  emprendedores, activistas educativos y gente sensibilizada verán que con pocos recursos somos capaces de mucho. Y entonces llegará más apoyo económico.

¿Cuáles son los grandes problemas del sistema educativo de hoy?

El sistema de hoy no tiene en cuenta quién eres tú como ser humano: te observa como un vaso vacío al que hay que llenar con conocimientos por memorizar. Es la misma educación que se le daba a los campesinos analfabetos del 1850. En su lugar, nosotros apostamos por acompañar a los pequeños para que descubran cuál es su singularidad, su talento, su pasión, su inteligencia, su propósito. Cada ser humano es único, pero a todos nos educan igual. En el mundo de hoy competimos con máquinas, con IA: tenemos que diferenciarnos unos de otros honrando nuestras singularidades, eso es lo que potencia nuestra educación consciente. La sociedad se ha convertido en un manicomio lleno de gente enferma e infeliz, que busca que el Barça gane los domingos, ganar mucho dinero o cualquier estupidez. Está todo corrompido, y es culpa de la educación que se está perpetrando desde hace ya demasiado tiempo.

Apuestan por poner al niño en el centro. 

Los niños de hoy no quieren aprender, hay malestar en las aulas. Podéis preguntar a cualquier profesor. Si entendemos cuáles son sus capacidades y fortalezas, podremos motivarles a comprometerse con el conocimiento y que con 18 años salgan de la escuela sabiendo quién son, para qué sirven, a qué se quieren dedicar, cuáles son sus herramientas emocionales, cómo pueden lidiar con la vida, relacionarse con los demás, sumar, restar, tener cultura general. 

¿Los niños de su escuela aprobarán la selectividad?

La educación no es un trámite burocrático para pasar la selectividad. Estarán preparados para la prueba, pero no todo va a estar subyugado a ello, básicamente porque en 20 años seguramente no tenga ningún sentido estudiar una carrera.

¿La universidad no tendrá sentido?

¿Qué dice de ti la nota que saques en selectividad? Muy bien, te has esforzado y has trabajado para tener un numerito muy alto en un examen. ¿Y eso te asegura una vida exitosa? Nadie en su sano juicio quiere llevar a sus hijos a la universidad, cuando es algo obsoleto. Las universidades van a intentar seguir haciéndote creer que es muy importante que tu hijo estudie una carrera, pensando que eso va a solucionarle la vida, cuando hay formas mucho más inteligentes de aprovechar esos cuatro años.

¿Y sus alumnos se sabrán de memoria las comarcas o el proceso de fotosíntesis de las plantas?

Cuando tú aprendes a memorizar algo, te has olvidado a las dos semanas. Hay otras maneras de aprender las cosas. Por supuesto que nuestros alumnos tendrán cultura general, pero no será para vomitarla en un examen. Por ejemplo, si estamos instruyendo sobre educación financiera, los niños tendrán que montar proyectos en los que gestionar sus propias finanzas.

¿La educación ha evolucionado mucho, no? A la generación anterior le podían pegar en clase los profesores.

La ley sí ha evolucionado, pero no se ejecuta bien. Es necesario un cambio de mentalidad para aplicarla. El exconseller de Educación, Josep Cambray, nos contactó para empezar a hacer una prueba piloto con una escuela pública. ¿Y qué pasó? Lo despidieron. En el statu quo hay unas oligarquías a las que no les interesa el cambio. 

A Cambray lo releva Pere Aragonès por motivos políticos.

No, lo despiden porque quería hacer cambios desde dentro. Porque interesan los ciudadanos manejables, no los librepensadores, gente que perpetúe el orden social establecido. A Cambray lo despiden por intentar cambios junto a emprendedores privados como nosotros.

¿Aumentar la especialización en la educación no es también un proceso industrial?

Hay una desconexión absoluta entre la escuela y la siguiente etapa. Ahora tenemos mucha información, pero poca claridad. Nosotros no industrializamos: aportamos claridad a este sinsentido, ayudamos a tomar decisiones acordes con quién es cada persona. Queremos que cada alumno se pregunte: “¿qué puedo aportar a la sociedad?”, y se enfoque en eso. Me parece muy poderoso que la gente joven tenga clara su motivación: quién es y qué quiere hacer con su vida y su inteligencia.

¿Pero no se pueden mezclar conocimientos? ¿Un biólogo sabrá quién es Aristóteles?

No habrán memorizado a Aristóteles, pero sí que habrán usado partes de la teoría aristotélica que les puedan ser útiles en el futuro. Un alumno tendrá conocimientos sobre todas las áreas, pero sabiendo quién es él y qué sentido puede darle a ese saber.

¿El cambio que se vivirá en la educación será mayor al sufrido con la irrupción de internet?

Internet cambió la forma de comunicarnos, pero la resistencia al cambio es muy poderosa. Ahora la IA va a destruir industrias, puestos de trabajo, sectores y empresas. Tenemos que repensar qué es lo verdaderamente humano y cómo podemos competir con los robots. Si potencias al máximo tu talento y tu pasión con esta nueva educación, podrás llegar a competir en este nuevo mundo.

Uno de los pilares de Terra es la educación emprendedora.

La mayoría de la gente y de las empresas están endeudadas, y debido a su ignorancia financiera tiene unos resultados económicos pésimos. Hasta el Estado está en quiebra. Cada vez más gasto público, en déficit constante. Si tienes educación financiera, no eres esclavo de la deuda y puedes generar inversiones y vivir una vida mucho más libre. Si no, te resignas a un empleo que no tiene sentido, solamente porque no sabes gestionar el dinero. Ya ves cómo está España, no hace falta decir nada más.

¿Hay algún país que tenga un sistema educativo ejemplar?

No, como mucho hay alguna escuela, repartida por el mundo, a la que admiramos, que ha sabido romper con los moldes industriales, crear nuevos conceptos. Y todas ellas han demostrado que memorizar es absurdo.