Ramon Agenjo, un activista de la sociedad civil para impulsar “más” Barcelona
El nuevo presidente de Barcelona Global, hijo de Josefina Bosch Damm, que fue nieta de los fundadores de la cervecera, cree en el talento, en la “cantera” que debe crear valor en la capital catalana en los próximos años
26 junio, 2024 23:30“Prodesse et delectare”. Toda la vida. Siempre. Ramon Agenjo Bosch aprecia a Horacio. Esa máxima, “enseñar deleitando”, o aprender con diversión, siempre buscando algo nuevo, con el máximo interés y curiosidad, es la guía del nuevo presidente de Barcelona Global, el lobby empresarial empeñado en que la capital catalana dé un salto adelante y se convierta en una urbe global atractiva y competitiva. Sus responsabilidades empresariales como consejero y secretario del consejo de administración de Damm le llevan ahora a presidir una entidad que apuesta por lo mismo por lo que ha luchado toda su vida: la búsqueda del talento, y, si puede ser, la retención de ese capital humano, para que apueste por la ciudad y la haga grande. Es una de las obsesiones de Barcelona Global, que cree que se deben impulsar medidas para que la ciudad aproveche toda su potencialidad. Agenjo es un activista de la sociedad civil, la que empuja de forma constante.
Gafas de Etnia, una empresa de Barcelona. Agenjo usa una montura robusta, pero con un diseño elegante, propia de la firma barcelonesa. Está cómodo con ellas, cuando se coloca el casco para ir en moto. Limpia los cristales con frecuencia. Saca el paño del bolsillo y procede. Necesita verlo todo con la mayor nitidez. En su discurso, tras ser nombrado como presidente de la entidad en la asamblea de socios, insiste en que el talento debe ser algo característico de Barcelona, ahora y en el futuro. “Queremos a los mejores profesionales en Barcelona y para Barcelona, ya sean emprendedores, investigadores, directivos, artistas, deportistas, escritores o creativos de cualquier ámbito social y cultural”. Lo sabe. Lo sufre, de hecho, aunque lo valora como una cuestión natural. ¿Por qué?
Ramon Agenjo Bosch es hijo de Josefina Bosch Damm, que falleció en 2008. Fue la última persona que llevaba el apellido Damm, nieta de uno de los fundadores del Grupo Damm, que tuvo un pionero: Joseph Damm, quien se trasladó a Barcelona en 1871, procedente de Alsacia, justo después de la ocupación del territorio por parte de Prusia, tras la guerra franco-prusiana de 1870. Tras varias vicisitudes, la fábrica de cerveza que acabaría creando se trasladaría a la calle Rosellón, en 1905, entonces a las afueras de Barcelona, donde continuaría hasta 1992. Hoy es la sede de la entidad, y es conocida por sus valorados conciertos de música y actos de todo tipo: la Fábrica Damm.
Pero volvamos al talento. Agenjo es un activista de la sociedad civil barcelonesa. Se siente barcelonés por todos lados. Y señala a sus gafas, de diseño barcelonés. Es patrón director de la Fundación Damm y presidente de la Fundación Estrella de Levante, que vehiculan las acciones de mecenazgo y filantropía de la compañía en el ámbito cultural, deportivo y social. Es presidente de la Cátedra ETHOS Ramon Llull y forma parte de los patronatos de las principales instituciones culturales, educativas y sociales de Catalunya, como la del Macba, entre otras muchas. Pero es también presidente del Club de Futbol Damm. Agenjo vive el talento cada año. La Damm es una de las grandes canteras catalanas del fútbol profesional. En los últimos años ha aportado hasta 167 deportistas que han recalado en clubs como el Barça, el Espanyol, el Girona, el Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Villarreal u otros clubes europeos, en sus distintas categorías.
Tocar la batería, en casa, claro
El talento se debe valorar, cuidar, y fomentar. Agenjo lo vive en el fútbol de base y en su propia empresa. Y, sin aspirar a nada más, porque está en esas “mil cosas”, quiere “aprender” con los directivos de Barcelona Global. “Me lo pidió Maite (Barrera) y le dije, al principio, ¡pero si estoy en un montón de cosas!”. Y por eso mismo, porque Agenjo no necesita ninguna plataforma personal, y porque cree de una forma militante en Barcelona, ha asumido la responsabilidad. “Es algo espectacular, el trabajo que se hace desde Barcelona Global, con un solo objetivo, que la ciudad sea un referente mundial”, aseguró en la asamblea de la entidad.
¿Desahogo? La batería. En casa. Horas de práctica. Tocar la batería es una terapia, pero también una satisfacción enorme para alguien que ama la música, que siente el ritmo. Le encanta también los deportes del motor, y por ello considera que Barcelona debe seguir trabajando para mantener el premio de Fórmula 1 en Montmeló, después de eventos como el celebrado la pasada semana en el paseo de Gràcia. Ahora bien, a Ramon Agenjo una tarde lluviosa no le incomoda. Es un apasionado del tenis de mesa. Juega con gran habilidad, señalan sus más cercanos. ¿Día soleado y apacible? En ese caso el deporte que practica Agenjo Bosch es el golf. Le enloquece.
El papel de Barcelona en el mundo de la gastronomía es algo que atrae mucho la atención de este directivo, que cree que la ciudad debe seguir empujando. Él mismo lo ha hecho como tesorero de la Academia Catalana de Gastronomía. Por toda la ciudad, Ramon podrá guiar a su interlocutor para comer en interesantes restaurantes, sea en Nou Barris, o en Les Corts o Sarrià. Conoce la ciudad, aprecia la gastronomía del pequeño y del mediano establecimiento, al margen de valorar lo que supone un restaurante como Disfrutar, que acaba de ser designado como el mejor del mundo.
La familia: las horas con los nietos
Toda esa vida económica, social, cultural y deportiva es la que Barcelona Global quiere poner en valor con Agenjo, para que la ciudad apueste por mayores retos: mejor fiscalidad para las empresas que crecen en la ciudad, para que el talento no se vaya; un aeropuerto con mejores interconexiones intercontinentales; grandes eventos deportivos que dimensionen la ciudad, como el Tour de Francia o la Copa América de vela; planes ambiciosos para aumentar la oferta de vivienda asequible, en el área metropolitana de Barcelona; mejoras notables en la comunicación y, por encima de todo, orgullo de ciudad y una mayor ambición colectiva.
¿Refugio? Ramon Agenjo tiene tres hijas, que le han proporcionado tres nietos, dos niños y una niña. Y a ellos les dedica mucho tiempo. Algo que a él le aporta un intangible, mucho mayor que otras satisfacciones. Y los nietos agradecen a un abuelo “muy próximo, atento y tierno”.