
Quim Torra
La decisión del Ayuntamiento de Barcelona de integrar el Centre del Born en el Museu d’Història de Barcelona (MUHBA), para que se expliquen los restos arqueológicos en función de una narrativa histórica de toda la ciudad, ha irritado al independentismo.
Ese espacio, en el Born, se ha denominado como “la zona cero de los catalanes”, por ser el escenario más cruento de la batalla del 11 de septiembre de 1714. En los años noventa el espacio se destinó a la construcción de una Biblioteca Provincial. El presupuesto ya se había consignado, y todo estaba a punto, pero se descubrieron esos restos, y el nacionalismo quiso conservarlos como la prueba de la “represión borbónica”.
Y eso es lo que ha sucedido en los últimos años: el mantenimiento de un relato victimista que ha servido para una dialéctica constante entre Catalunya y España, con ánimo divisorio.
El ex presidente de la Generalitat, Quim Torra, fue, precisamente, director del Born en los años más álgidos del proceso independentista. Y ahora lamenta la decisión del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.
Mantiene Torra todos los tics de ese discurso divisivo, y para él el paso del tiempo no tiene la menor importancia ni el hecho de que se ha pasado página –o se intenta—a un periodo oscuro en Barcelona y en el conjunto de Catalunya: “Enhorabuena a todos los que habéis borrado cualquier rastro de la única idea que justificaba y justifica el Born: la zona cero de los catalanes, la lucha hasta el final del 11 de septiembre, el final del Estado catalán y la bestial represión borbónica”, asegura de forma irónica.
Final, pues, a una manipulación constante por parte del independentismo, que insiste en determinados iconos y símbolos, sin entender la complejidad de la sociedad catalana y los nuevos tiempos.