El suspenso de la semana: Alba Bou
Los ciudadanos de El Prat de Llobregat han vuelto a mostrar su desacuerdo con la nueva tasa de residuos que aplica el Ayuntamiento del municipio metropolitano, liderado por los comunes y Alba Bou, desde el primer trimestre de 2025.
El nuevo gravamen municipal ha levantado polémica entre los residentes, que se quejan de la elevada presión que sufren, y ya la han definido como "abusiva".
Tampoco gustó el sistema de descuento de la nueva tasa a los hogares y comerciantes, que premia en función de la cantidad de veces que se abren los contenedores inteligentes con la tarjeta identificativa, sin tener en cuenta el reciclaje "real", lamentan.
Las calles del municipio han sido testigos de la indignación vecinal por el nuevo gravamen hasta en dos ocasiones estos últimos días: una el pasado domingo, 21 de septiembre, cuando una manifestación reunió cerca de 4.000 vecinos, y otra el pasado miércoles 24 en la misma plaza consistorial, donde los vecinos volvieron a movilizarse con motivo del pleno municipal.
"Queremos un sistema de reciclaje justo, transparente y que no castigue a quienes ya están cumpliendo", reclaman.
El gobierno municipal de Alba Bou, lejos de dar una solución a las peticiones populares, ha optado por seguir hacia adelante. La coalición de los comunes y el PSC se ha opuesto en todo momento a modificar la forma en la que se aplica, y mucho menos a retirarlo.
Bou y sus concejales se apoyan en que se trata de una obligación de la normativa europea. De hecho, la han defendido como un sistema "pionero" en toda España, aunque en El Prat no cuenta, ni tan solo, con el apoyo social.
Junts, PP, Jóvenes Pensionistas Decidimos (JPD) y VOX plantearon una moción institucional que finalmente no salió adelante por la oposición de los partidos que apoyan a Bou.