Carmen Zapata, comisionada de noche en Barcelona: “Los ‘tardeos’ permiten diversificar y distribuir mejor el ocio”

Barcelona “no duerme”, por eso necesita convivir con su propia noche. En una ciudad donde la vida cultural, musical y el ocio forman parte esencial de su identidad, la gestión de estos sectores más nocturnos se ha convertido en un desafío constante.

Al frente de este equilibrio se encuentra Carmen Zapata, comisionada del ocio nocturno del Ayuntamiento de Barcelona desde hace un año.

Con una larga trayectoria como gerente de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASACC), Zapata conoce de cerca las carencias estructurales que afectan a los espacios de ocio: la falta de salas medianas para conciertos, las tensiones entre el descanso vecinal y la oferta nocturna, y la necesidad de repensar un modelo que combine actividad económica, cultura y convivencia ciudadana.

Carmen Zapata, comisionada de noche del Ayuntamiento, durante una entrevista con Metrópoli SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

En conversación con Metrópoli, la que ya es la primera alcaldesa de noche de Barcelona analiza los principales retos de la ciudad en materia de ocio: desde la regulación del tardeo y la ampliación de licencias hasta la evolución del turismo nocturno y el cambio generacional en los hábitos de consumo.

Su visión apunta a una Barcelona que no renuncie a la noche, pero que la gestione con responsabilidad, planificación y equilibrio, escuchando a vecinos, empresarios y administración.

Pregunta: ¿Qué significa ser comisionada de la noche?

Respuesta: Mi misión es analizar la ciudad desde una perspectiva de las actividades que ocurren de noche: desde el ocio y la cultura hasta la movilidad, hay entre un 8 y un 10 % de trabajadores nocturnos y Barcelona debe estar preparada para ellos. 

¿Qué aporta su trayectoria como gerente de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASAAC) a este cargo?

Mi trayectoria anterior me aporta una amplia visión de cuáles son los handicaps y las oportunidades que tienen los locales de música de Barcelona, un referente internacional, musical y cultural. Es muy importante poner en valor la red de salas de conciertos que nutren todas las actividades que nos han posicionado internacionalmente.

¿Cómo se siente al ser la primera comisionada de noche? 

Es un honor y es un reto, indudablemente. Con solo un año, Barcelona es ejemplo y objeto del interés internacional. Este jueves nos entregaron el premio Aúpa! en Bilbao a la mejor iniciativa pública y es el segundo que recibimos desde nuestra creación, después del premio Recicla la Noche. Además, optamos a recibir uno de los Golden Moon Awards 2025 que otorgará la International Nightlife Association en noviembre.

¿Cree que podría ser una referencia para otras ciudades?

Ciudades como Sevilla, Bilbao o Madrid se han interesado y eso me hace ver que vamos por el buen camino y que lo que proponemos tiene sentido. Con las experiencias internacionales que todos tenemos es muy buena estrategia que se dote de esta mirada a la noche, sobre todo en un contexto de cambio climático en el que la noche cada vez va a ser una etapa del día más importante para todos.

¿Cómo describiría este primer año al frente?

Este primer año ha servido, sobre todo, para hablar con todos los sectores profesionales, culturales, entidades vecinales, colectivos LGTBI y asociaciones tanto de gente mayor como de jóvenes. He hecho más de 100 reuniones para saber cómo ven desde todos estos grupos la noche y qué querían pedirme para sus intereses a mí como comisionada.

Carmen Zapata, comisionada de noche del Ayuntamiento, durante una entrevista con Metrópoli SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Los próximos tres años se va a realizar una gran inversión de más de dos millones de euros para repensar la noche. ¿Hacia qué modelo “ideal” nos dirigimos?

La propuesta no solo va dirigida al ocio nocturno, como decía, está muy enfocada en todos los trabajadores que necesitan ‘utilizar’ la ciudad de noche. Uno de los estudios que está en marcha es para conocer cuál es la actividad nocturna que tiene la ciudad para saber si el servicio público que tenemos responde a todas las necesidades. Por ejemplo, hemos empezado a trabajar en un plan para mejorar el servicio del transporte por la noche, ya hay dos nuevas líneas de autobús nocturno que están dando muy buen resultado.

¿También hay acciones concretas relacionadas con el ocio?

Sí, están en marcha los varios dispositivos pioneros en el país que se crearon en la época postpandémica: el servicio de mediación nocturna –que funciona mejor que cualquier campaña de civismo– y los itinerarios seguros. 

Se plantea abrir más el tipo de actividad que se potencia durante la noche –más allá de las discotecas–, ¿a qué se refiere en concreto?

Uno de los ejemplos más claros es el deporte, que se den las condiciones para que se pueda utilizar la ciudad para hacer actividad deportiva nocturna. También los centros cívicos y las bibliotecas deben extenderse y tener horarios nocturnos. Ahora vamos a hacer una prueba piloto en un centro cívico y alargaremos el cierre hasta las 11:00 horas –habitualmente es a las 8:00 horas– con el objetivo de dotarlo de contenidos culturales. Hay gente a quien le interesa hacer juegos de mesa, competiciones online o cursos de cocina, por ejemplo. Queremos conseguir que estas actividades también se puedan hacer de noche.

Carmen Zapata, comisionada de noche en el Ayuntamiento de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

¿Qué actividades están pensadas para la gente mayor, que a menudo reivindica su derecho a disfrutar de la noche?

La respuesta es clara: la gente mayor quiere bailar, pero no quiere ir a una discoteca porque no encuentran un local dirigido a un público que tiene más de 60. Por eso piden que esos espacios municipales que ya existen se puedan ofrecer a actividades nocturnas para ellos, desde baile hasta macramé.

¿Y los jóvenes adolescentes?

Ellos me decían que ahora para salir tienen que irse a otros pueblos o ciudades de la primera o la segunda corona del área metropolitana. A ellos no les interesa ir a bailar o a ver un concierto a un centro cívico, porque necesitan espacios que se parezcan a un club, por eso tenemos que conseguir diversificar la oferta de locales. Hemos recogido todas las propuestas, las hemos puesto encima de la mesa y hemos empezado a trabajar en ellas. 

La noche está muy asociada al alcohol. ¿Qué medidas se toman para huir de este monocultivo del consumo?

En este sentido trabajamos con la regidora de salud, es algo muy complejo que no se puede abordar solo desde la comisión de noche. Una de las acciones que pueden funcionar es ofrecer alternativas a este monocultivo de alcohol con otras actividades.

¿Cree que se deben revisar las licencias nocturnas actuales?

Aquí hay una cuestión que considero prioritaria para poder avanzar. La clasificación de los locales está absolutamente obsoleta y viene de la antigua ley de “la policía del espectáculo”. Es una mirada que hay que modificar. Todas las salas de concierto tienen licencia de “sala de fiestas y espectáculo”: debemos poder cambiar la nomenclatura sin que eso suponga una modificación de licencia.

¿También es necesario otorgar nuevas licencias y ampliar la oferta?

En la ciudad hay carencias. Yo, que vengo del mundo de las salas de conciertos, he observado una falta de espacios con aforos de entre 300 y 500 personas en Barcelona. Actualmente, solo hay unas tres salas de este tipo. Ese aforo es necesario para los grupos que ya han dado un primer paso hacia la profesionalización. También hacen falta más discotecas, porque el sector se queja de que hay demasiada gente en la calle ya que los aforos actuales no son suficientes para absorber toda la demanda.

¿Cree que influye también la economía de los jóvenes? 

Sí, muchos de ellos no tienen dinero para pagar la entrada a una discoteca. No todo el fenómeno del botellón en Barcelona se debe a la falta de locales, también está vinculado a la precariedad económica de una parte de la población joven. Tenemos un 24,1 % de jóvenes entre 18 y 35 años, que no es poco. Faltan plazas y espacios de ocio para ellos.

¿En qué zonas de la ciudad podría crecer este ocio? ¿Qué idea tiene en mente ante zonas como el frente marítimo, altamente tensionadas?

Estamos trabajando con informes para determinarlo. Hay que conocer los planes urbanísticos de desarrollo de la ciudad para no repetir errores del pasado, cuando discotecas o salas que estaban en las afueras acabaron rodeadas por viviendas a medida que la ciudad crecía, generando problemas de convivencia. En este momento, estamos definiendo hacia dónde se expandirá la ciudad y qué tipo de ocio y cultura de proximidad se podrán ofrecer en esos nuevos desarrollos, siempre garantizando la compatibilidad con el descanso de los vecinos.

Carmen Zapata, comisionada de noche en el Ayuntamiento de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Cuando habla de ocio nocturno de proximidad, ¿a qué se refiere?

Tener espacios de ocio dentro del tejido urbano de la ciudad, hay que desconcentrar el ocio nocturno de los polígonos industriales y las afueras. Algunos jóvenes con los que me he reunido me dicen: “En mi barrio no tengo nada. Tengo que coger transporte público o mi vehículo para desplazarme hasta las zonas donde se concentra el ocio”. Si queremos desconcentrar el ocio y reducir su impacto sobre la convivencia, la única manera es diversificar la oferta y otorgar más licencias en distintas zonas, es decir, atomizarla para que esté más cerca de casa. 

El ocio está cambiando y ha aparecido el modelo del tardeo. ¿Cómo se integra?

Lo vemos como una oportunidad. Y, sí, me amplía el trabajo (ríe). Creo que tanto el sector como los vecinos lo contemplan positivamente, porque permite diversificar y distribuir mejor el volumen de gente. También hay un componente generacional: las personas mayores se cansan antes o sienten que la música actual no las interpela tanto como la de hace veinte años. Por eso hay sesiones dirigidas a un público de entre 40 y 70 años, o incluso más. Ampliar y diversificar la oferta siempre ayuda a repartir mejor el impacto, y eso es beneficioso.

¿Cuál es la mayor reivindicación del sector nocturno?

Su principal preocupación es saber dónde y cuándo se podrán abrir nuevos locales de ocio. También piden cambiar esa mirada estigmatizadora que históricamente se ha tenido sobre el ocio nocturno. En ese sentido, la pandemia jugó un papel importante, porque nos mostró que no se puede vivir sin socializar, sin ocio ni cultura.

¿Qué opina sobre la prohibición de las llamadas ‘rutas de borrachera’ en toda la ciudad y a cualquier hora? ¿Cómo se puede evitar que se organicen de otra forma?

Evitarlo del todo es difícil: la creatividad humana es infinita, así que habrá que estar atentos. A mí la medida me parece bien. Lo que no me parece bien es que alguien venga a una despedida de soltero desde otro país solo porque el vuelo y las copas en Barcelona son más baratas que en su ciudad, sin pasar una noche de hotel y pasando toda la noche en la calle, bebiendo primero en los locales y luego haciendo vaya a saber qué hasta que sale el avión. Ese tipo de comportamiento no nos interesa. 

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Cuando se crea esta comisión, ¿se toma como modelo Ámsterdam, Londres o Nueva York, capitales que ya cuentan con una figura de comisionada de la noche?

De momento estamos trabajando de forma bastante autónoma. Eso sí, participo en un chat internacional de “alcaldes de la noche”, donde compartimos iniciativas, problemáticas y regulaciones. Es muy enriquecedor poder intercambiar experiencias y aprender de lo que funciona en otras ciudades. De hecho, muy pronto iré a Sydney para hablar de ello y es algo que me llena de ilusión.

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