El presidente de Correos, Pedro Saura
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Pedro Saura ha tenido una mala idea. O mejor: Pedro Saura ha copiado una muy mala idea. El presidente de Correos quiere tirar adelante la iniciativa de su predecesor Juan Manuel Serrano y hacer que los repartidores y carteros vayan en patinete eléctrico.
Un vehículo denostado, que está en el punto de mira de las administraciones públicas por su siniestralidad. Pero hay todavía más: el vehículo llevará incorporado un saco donde almacenar la correspondencia y paquetes de pequeño tamaño.
Eso ha hecho que los sindicatos estallen. Ven en esta medida un grave riesgo a la salud de los trabajadores, que tendrán que circular por la calzada con un medio que, lleno hasta los topes, puede no tener la estabilidad necesaria.
¿Era necesario gastarse cerca de un millón de euros para comprar 150 de estos vehículos? Pues no. Correos, para el transporte de paquetería, tiene en toda España una flota compuesta por 14.000 furgonetas y motos ecológicas.
La última milla, por otro lado, se hace a pie y, para evitar lesiones, ya hay carritos asistidos para que los repartidores no arrastren peso de más.
En resumen: el presidente de Correos ha rescatado una idea de su predecesor que ya levantó ampollas en su día --y lo sigue haciendo--, y se ha gastado un millón de euros en la iniciativa --que ya está denunciada de forma interna--, todo con el objeto de "garantizar un mejor servicio en la última milla". Parece, no obstante, que se le olvidó escuchar a sus trabajadores.
