Los implantes dentales han dejado de una opción reservada a las clases pudientes para convertirse en una primera opción para todo tipo de públicos y economías, frente a las tradicionales e incómodas prótesis removibles (las coloquialmente denominadas “dentaduras postizas”).
De esta forma, por cortesía de Cleardent, un centro especializado en implantología dental que cuenta con clínicas en Barcelona, Madrid y Andalucía, explicamos cuáles son las partes de un implante dental completo y los principales tipos de implantes y técnicas implantológicas.
Qué es exactamente un implante dental
El implante dental propiamente dicho es una pequeña estructura en forma de tornillo que se fija al interior del hueso de la mandíbula. El material constructivo del implante es biocompatible, lo que permite que el implante se integre en el tejido óseo mandibular (proceso de osteointegración), de la misma forma en la que lo hacen las raíces de los dientes naturales.
Es decir, a todos los efectos, la solidez de un implante bien osteointegrado es la misma que la de un diente natural. Sobre el implante propiamente dicho se coloca el pilar del implante, un elemento cuya función es servir de soporte a la corona dental, que es la parte que se asemeja, tanto estética como funcionalmente, a un diente o muela natural.
En resumidas cuentas, frente a las tradicionales prótesis dentales de quita y pon, los implantes dentales son una opción de restauración dental permanente, totalmente funcional y de aspecto 100% natural.
Tipos de implantes dentales, según su material constructivo
Los implantes de titanio son los más utilizados, debido a su elevada biocompatibilidad y resistencia. Sin embargo, las personas alérgicas a los metales pueden experimentar problemas de osteointegración con este tipo de implantes.
En este caso particular, la alternativa son los implantes de zirconio, un material que, además de resistente y altamente biocompatible, es hipoalergénico.
Tipos de técnicas implantológicas
Respecto a la técnica empleada, las principales opciones son dos.
Las analizamos a continuación.
Implantes maxilares
Este tipo de implantes se fijan al hueso maxilar superior o inferior. Los implantes maxilares pueden ser:
- Individuales: cada implante soporta a una sola corona dental. Es decir, es necesario efectuar tantos implantes dentales como piezas perdidas se pretenden reponer en cada arcada.
- De soporte: en cada arcada dental se colocan solamente cuatro o seis implantes, que sirven de soporte a una prótesis dental completa, que es fija y permanente. El resultado funcional y estético también es óptimo.
Implantes cigomáticos
Estos implantes se fijan al hueso cigomático o malar (el hueso del pómulo). Este hueso es lo suficientemente fuerte como para soportar los implantes y resistir la presión que se genera durante el proceso de masticación.
Los implantes cigomáticos están indicados en pacientes cuya pérdida ósea mandibular es muy elevada y en los que las técnicas de regeneración del hueso no dan los resultados apetecidos. En tales casos, no es recomendable colocar implantes maxilares.
Los implantes cigomáticos solo se emplean para servir de soporte a prótesis dentales permanentes y fijas. Finalizamos añadiendo que sus resultados también son francamente buenos, aunque se trata de un tipo de implante más complejo de realizar y, por tanto, de un precio más elevado que el del tradicional implante maxilar.
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