Meduba y su cruzada para salvar vidas instalando desfibriladores en espacios públicos y privados

Los desfibriladores automáticos se han convertido en una pieza clave en la lucha contra las emergencias cardíacas. Su presencia en espacios públicos y privados ha demostrado ser fundamental para salvar vidas en situaciones de infarto. Cada minuto cuenta cuando alguien sufre un paro cardíaco, y un desfibrilador semiautomático puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Pero ¿cuán necesario es realmente contar con uno cerca? Veamos algunos datos y conozcamos a la empresa Meduba, en donde puedes hacerte con uno de estos dispositivos tanto si regentas un espacio privado como si trabajas en uno público.

Las enfermedades cardiovasculares y su incidencia en la mortalidad en España

Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en España: según los datos recabados por el INE recientemente, cada año se producen alrededor de 30.000 paros cardíacos fuera de los hospitales. Estos eventos pueden ocurrir en cualquier lugar: la calle, la oficina, un gimnasio o incluso en casa. De estas personas que sufren un infarto, solo entre un 5% y un 10% sobrevive, y la clave para aumentar esta cifra es la intervención temprana. 

Es importante destacar que por cada minuto que pasa sin atención, las posibilidades de supervivencia disminuyen un 10%. Así, en apenas 10 minutos, las probabilidades de salir con vida de un infarto sin atención médica son mínimas. Si lo pensamos bien, estas estadísticas ponen de manifiesto la gravedad del problema y la necesidad de disponer de desfibriladores en todas partes.

Cómo ayuda un desfibrilador ante un ataque al corazón 

Como ya hemos mencionado, la rapidez con la que se actúa en un infarto es crucial. En los primeros minutos tras un paro cardíaco, el corazón puede entrar en una arritmia conocida como fibrilación ventricular, donde los latidos son rápidos e irregulares. Aquí es donde entra en juego el desfibrilador: su descarga eléctrica ayuda a "reiniciar" el corazón, devolviéndole su ritmo normal y permitiendo que la sangre siga fluyendo.

Mientras se espera a los servicios de emergencia, tener acceso a un desfibrilador y saber cómo utilizarlo puede ser la diferencia entre salvar una vida o perderla. En muchas ocasiones, la ambulancia tarda varios minutos en llegar al lugar del suceso, y cada segundo cuenta. Los desfibriladores están diseñados para guiar a la persona que lo usa paso a paso, asegurando que incluso alguien sin conocimientos médicos pueda actuar con eficacia. Así, las posibilidades de supervivencia de la víctima aumentan.

Meduba, la empresa que pone los desfibriladores al alcance de todos

La diferencia entre contar con un desfibrilador y no tenerlo a mano puede ser, literalmente, una cuestión de vida o muerte. Tanto en lugares públicos como privados, su presencia es vital para actuar rápidamente en caso de una emergencia cardíaca. Los espacios públicos suelen ser los más obvios: aeropuertos, estaciones de tren, centros comerciale o estadios deportivos. Todos estos lugares reciben a miles de personas cada día, lo que incrementa la probabilidad de que se produzca un paro cardíaco. Pero tampoco podemos olvidar otros espacios como una oficina, un gimnasio, una comunidad de vecinos o incluso una casa particular: aquí también son necesarios.

Para garantizar que los desfibriladores estén disponibles en los lugares adecuados y en perfecto estado, empresas como Meduba ofrecen servicios completos que cubren desde el alquiler hasta el mantenimiento e instalación de estos dispositivos. Meduba brinda un servicio de alquiler y renting de desfibriladores dirigido a empresas, instituciones y eventos, con el objetivo de asegurar que estos equipos estén disponibles de forma rápida y accesible en situaciones de emergencia, aumentando las probabilidades de supervivencia en caso de un paro cardíaco. Además, el precio de los desfibriladores que ofrecen es muy competitivo.

Alquiler o renting: distintas opciones para diferentes necesidades

El servicio de alquiler permite obtener un desfibrilador en un plazo máximo de 48 horas. El paquete básico incluye el dispositivo con una garantía de ocho años, su instalación, un kit básico de reanimación, el registro en el organismo autonómico correspondiente y el mantenimiento. Este servicio está pensado para quienes quieren tener un desfibrilador a mano en cualquier entorno, como por ejemplo en espacios públicos. 

Por otro lado, el renting se diferencia por ofrecer una tarifa mensual fija durante periodos que pueden variar entre 12 y 60 meses, e igualmente cubre el mantenimiento del dispositivo. Esta opción se adapta especialmente a centros e instituciones con un flujo continuo de usuarios y se ofrece con diferentes modelos de desfibriladores.

Mantenimiento de los desfibriladores para garantizar su eficacia

El mantenimiento regular de los desfibriladores es clave para asegurar que funcionen de manera óptima en emergencias. Meduba se encarga de realizar un mantenimiento preventivo y correctivo, que incluye revisiones periódicas, pruebas de funcionamiento y las reparaciones que sean necesarias para garantizar que el equipo esté siempre listo para su uso.

Estas revisiones anuales se completan en aproximadamente 30 minutos e incluyen la sustitución de cualquier componente que lo requiera. Además, Meduba emite un certificado oficial de mantenimiento, asegurando que el trabajo ha sido realizado por personal cualificado. Sus técnicos especializados se encargan de controlar la caducidad de las baterías y electrodos, gestionar su reemplazo cuando sea necesario, y llevar a cabo una inspección técnica completa del desfibrilador.

Meduba Desfibriladores tiene sus oficinas en Carril de la Cordobesa, 29, local, 29003 Málaga. Puedes contactar con este negocio en el número de teléfono 952 236 908, y en su web a través del formulario de contacto.

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