Techo de amianto PIXABAY
El amianto no espera cuándo estás obligado a retirarlo: cómo hacerlo de forma legal y segura
La retirada segura de este peligroso material, muy utilizado en construcción a finales del siglo pasado, debe hacerse conforme a la normativa legal
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En muchas construcciones antiguas todavía permanece un enemigo invisible para la salud pública: el amianto. Durante décadas se utilizó por sus propiedades aislantes, pero hoy representa un serio riesgo que no puede ignorarse. Su retirada, además de necesaria, está regulada por normativa estricta que impone responsabilidades claras a empresas, propietarios y comunidades.
La exposición prolongada al amianto puede provocar enfermedades graves como la asbestosis o el mesotelioma. Sin embargo, no basta con conocer sus peligros: la ley establece cuándo debe eliminarse y cómo debe hacerse. A continuación, se detalla en qué situaciones la retirada es obligatoria, qué consecuencias conlleva su incumplimiento y por qué solo empresas especializadas pueden encargarse de este proceso.
Obligación legal ¿cuándo debe una empresa o comunidad retirar el amianto?
La legislación española establece con claridad los supuestos en los que es obligatorio retirar amianto, especialmente si forma parte de cubiertas, bajantes, depósitos u otros elementos estructurales. En general, deben actuar quienes sean responsables legales del inmueble o de la actividad que en él se desarrolla.
Los casos más frecuentes en los que la retirada resulta obligatoria son:
- Cuando los materiales con amianto están deteriorados, fracturados o liberan fibras al ambiente.
- En obras de rehabilitación o reforma que afecten a elementos que lo contienen.
- Si existe un informe técnico que recomienda la retirada por riesgo sanitario o estructural.
- En cumplimiento del Real Decreto 396/2006, cuando el amianto forma parte de entornos laborales que exigen una intervención.
Además, las comunidades de propietarios tienen la obligación de actuar si se detectan placas de fibrocemento o bajantes con amianto en mal estado. En estas situaciones, deben contratar una empresa autorizada para gestionar la retirada de forma segura y legal.
En zonas con construcciones antiguas, como ocurre frecuentemente en el entorno de la capital, es común que se requiera la intervención de profesionales especializados en retirada de uralita en Madrid mediante técnicas que eviten la dispersión de fibras tóxicas. Para ello, existen servicios autorizados como el de retirada de uralita en Madrid, que cumplen con todos los protocolos exigidos por la normativa vigente.
Las consecuencias de no retirar amianto a tiempo
Ignorar la obligación de retirar materiales con amianto no es una opción sin consecuencias. Además de comprometer la salud de los ocupantes o trabajadores del inmueble, existen sanciones administrativas importantes y posibles responsabilidades penales.
Las multas por incumplimiento pueden superar los 40.000 euros, dependiendo del grado de exposición, del daño causado y del tipo de infracción. No actuar ante un riesgo evidente se considera una falta grave, y si se produce un perjuicio a la salud, las consecuencias legales pueden agravarse aún más.
También existen implicaciones en el ámbito de la responsabilidad civil. En caso de que una persona enferme por exposición al amianto en un inmueble no intervenido, los responsables podrían ser demandados por daños y perjuicios. En estos procesos, los informes técnicos y los registros de mantenimiento son clave para demostrar que se actuó conforme a la ley.
En el plano reputacional, tanto las empresas como las comunidades de propietarios pueden ver afectada su imagen si se asocian a negligencias en la gestión de riesgos ambientales. Por ello, la retirada oportuna del amianto no solo es una obligación legal, sino una muestra de responsabilidad social y prevención.
Solo empresas autorizadas pueden hacerlo el papel clave de especialistas como Desatascos Henares
La retirada de amianto no puede ser realizada por cualquier empresa de reformas o mantenimiento. La legislación exige que el procedimiento lo lleven a cabo entidades inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo por Amianto (RERA). Además, deben contar con personal formado, equipos de protección adecuados y un plan específico de trabajo aprobado por la autoridad laboral.
La intervención debe incluir medidas como la delimitación de zonas contaminadas, encapsulado de los materiales y transporte seguro a vertederos autorizados. Cada paso está regulado para evitar que las fibras se dispersen y supongan un riesgo para operarios o habitantes.
Empresas con experiencia en este ámbito como Desatascos Henares ofrecen servicios ajustados a estas exigencias legales y técnicas. Aunque su actividad principal es el saneamiento, también se han consolidado como especialistas en retirada profesional de amianto bajo normativa. La intervención de equipos como los suyos garantiza que la operación se desarrolle sin poner en riesgo ni a las personas ni al entorno.
Además del cumplimiento legal, contar con un equipo cualificado ofrece tranquilidad: se encargan del diagnóstico, la documentación exigida, la ejecución controlada y la gestión final de los residuos. Esta trazabilidad resulta fundamental en caso de inspecciones o futuras transacciones del inmueble.
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