La importancia de la retirada del amianto de forma profesional: protege tu salud y tu entorno

También conocido como asbesto, el amianto fue uno de los principales materiales utilizados en la construcción. Desafortunadamente, las investigaciones han demostrado que representa un riesgo para la salud.  

En este sentido, es una prioridad la retirada de amianto de los espacios en donde se encuentra presente, para garantizar tanto el bienestar de las personas, como la protección del medio ambiente. Debido a su nivel de toxicidad, es indispensable que el proceso sea realizado por una empresa profesional y homologada.

El amianto es un peligro silencioso

Las propiedades aislantes y su nivel de resistencia, convirtieron al amianto en una de las principales opciones para los constructores. Sin embargo, en la actualidad no solo su uso está prohibido en varios países, sino que existen regulaciones específicas en cuanto a su manejo y eliminación.

Esto se debe a que la inhalación de sus fibras puede provocar enfermedades graves. Una vez alojadas en los pulmones, estas micropartículas generan inflamación y cicatrices que, con el paso de los años, son la fuente de origen de:

- Asbestosis: esta patología pulmonar suele aparecer a largo plazo, entre 10 a 40 años posteriores a la exposición al material. Aunque los síntomas pueden variar de una persona a otra, normalmente incluyen falta de aire, dolor o sensación de opresión en pecho y tos seca. 

- Cáncer de pulmón: diversos estudios respaldan la tendencia a desarrollar este tipo de cáncer en las personas expuestas al amianto.

- Mesotelioma: corresponde al cáncer que se produce en la capa delgada de tejido que recubre tanto a los pulmones, como a la mayor parte de los órganos internos.

¿Cuál es la normativa acerca de la retirada de amianto?

Al igual que en muchos otros países de Europa, en España es ilegal la instalación de amianto desde 2002. Asimismo, debido a su permanencia en ciertos espacios antiguos, sobre todo, en sus tejados, suelos y tuberías, se han implementado regulaciones a fin de garantizar la seguridad de los trabajadores, de los ocupantes del inmueble y del entorno durante el proceso de eliminación.

En este sentido, solo pueden retirar el material empresas certificadas, como Global Amianto, las cuales tienen que cumplir con el siguiente protocolo:

- Evaluación y detección: en la primera fase del proceso, los expertos deben analizar las condiciones del inmueble e identificar la presencia del material.

- Planificación: a continuación, será necesario el desarrollo de una estrategia para la retirada, procurando la mínima liberación de fibras. Las autoridades competentes estarán a cargo de la supervisión

- Eliminación: las empresas tienen que ofrecer a los trabajadores la protección, los equipos y sistemas de contención adecuados para su óptimo traslado.

- Disposición: la última etapa corresponde a la gestión de residuos, el amianto eliminado solo podrá ser desechado en vertederos autorizados, y en cumplimiento del protocolo establecido por los gestores de estas instalaciones.

Importancia de la correcta retirada de amianto

Teniendo en cuenta el peligro asociado al material, únicamente los profesionales cuentan con los recursos necesarios para detectar su presencia y llevar a cabo una retirada segura.

En la actualidad, Global Amianto es una de las empresas líderes del sector. Su experiencia en esta clase de proyectos habla por sí sola. Durante años, estos expertos han demostrado su eficiencia al momento de realizar las operaciones, así como su capacidad de adaptarse a diferentes necesidades. 

Ante el riesgo inminente que supone la exposición al amianto, su retirada es una tarea muy delicada. Por ello, no solo requiere de personas con conocimientos técnicos, sino de un equipamiento específico que permita cumplir con la legislación vigente. 

Un requisito elemental en la creación de espacios seguros

La retirada del amianto va más allá de la protección de la salud, también tiene influencia directa en el equilibrio medioambiental. De esta manera, implica la garantía del bienestar colectivo a través de la creación de entornos mucho más sostenibles.

Asimismo, la eliminación del material mejora la calidad del aire en espacios cerrados, ya que reduce el nivel de contaminación. Igualmente, incrementa el valor de la propiedad frente a compradores potenciales y evita las posibles sanciones o responsabilidades legales derivadas del incumplimiento de las normativas.

En definitiva, la retirada de amianto es un requisito indispensable para la protección de la salud pública y la preservación del medio ambiente. Por ello, si queremos disfrutar de entornos seguros y prevenir enfermedades, debemos confiar el proceso a los profesionales.

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