El Institut Municipal de Mercats ha trasladado su sede al distrito de Sant Andreu. Las oficinas de los mercados se han instalado en el antiguo edificio de la Agencia Tributaria, situado en el número 200 de la calle Gran de Sant Andreu, que ha sido comprado por el Ayuntamiento por 1,5 millones. Anteriormente, el instituto de mercados se encontraba en el barrio de la Vila Olímpica, en la misma finca donde se quiere construir el polémico macroalbergue para jóvenes que los vecinos no quieren.

En la sede de mercados de Barcelona trabajan unas 30 personas a las que se unirán el próximo mes de marzo otras veinte de la dirección de comercio municipal, que ahora están ubicadas en el barrio de Sant Antoni, en la mismo edificio donde se encuentra la síndica de greuges de Barcelona. Fuentes municipales explican que el traslado supondrá un ahorro importante para las arcas municipales en concepto de alquileres.

Nueva sede de las oficinas de mercados, en la calle Gran de Sant Andreu / J. S.



La antigua sede de Hacienda era una de las naves de la fábrica Fabra i Coats que ha sido totalmente reformada para ubicar las nuevas dependencias municipales. Uno de los responsables de la remodelación, el arquitecto técnico Eduard Pérez, ha explicado a Betevé que se ha intentado recuperar el valor patrimonial del edificio y abrirlo al exterior para que vuelva a entrar la luz. Muy cerca de las oficinas se ha instalado la carpa provisional del mercado de Sant Andreu mientras se reforma el equipamiento principal. En esta carpa se han instalado 23 comerciantes.

El presidente de la asociación de vecinos de Sant Andreu del Palomar, Santi Serra, ha explicado que ha sido el gobierno encabezado por Ada Colau quien ha negociado y ha comprado el edificio al gobierno estatal a petición del colectivo vecinal. "Era un inmueble que únicamente abría durante las campañas de la declaración de renta. La mayor parte del año estaba cerrado. Planteamos que puediera instalarse un servicio municipal y al final han sido las nuevas oficinas de mercados".

En opinión de Serra, los nuevos servicios darán vida al barrio. "Vienen unos 50 funcionarios que, en ocasiones, gastarán dinero en el barrio. Se quedarán a comer, pueden hacer la compra aquí. Otras personas vendrán a Sant Andreu a hacer gestiones y conocerán la zona. El traslado para nosostros es muy positivo", valora.

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