El deseo del Ignasi Tejón es el de regresar a la fotografía original, la que es en blanco y negro. El ojo de la cámara estenopeica. Sant Andreu acoge una exposición muy suya. Un conjunto de imágenes reveladas en blanco y negro de la cotidianidad de su barrio pero de una manera poco habitual, bicolor y sobre Sant Andreu de Palomar, núcleo antiguo del distrito de Sant Andreu con más de 1000 años de historia documentada. Antiguo pueblo dedicado a la agricultura que contaba con muchas masías ya desaparecidas.
El autor de las fotografías, Ignasi Tejón, cumple el deseo de acercarse a la tradicional forma de hacer fotos. La exposición ‘El ojo de la estenopeica’ está representada por una serie de 40 fotografías montadas sobre cartón pluma y realizadas con una cámara estenopeica. Todo el proceso fotográfico, la toma de imágenes, el revelado y el positivado lo ha realizado el mismo Ignasi Tejón.
La temática de la exposición son lugares de Sant Andreu del Palomar, así como imágenes de la antigua fábrica Fabra i Coats, símbolo claro del paso de una sociedad agrícola, que aprovechaba el Rec Comtal para sus cultivos, a una nueva destinada a la industria. El 1903 los sucesores de Fabra y Portabella, los directivos de la fábrica catalana en aquella época, firmaron un acuerdo de fusión con Clark que dio como resultado la Compañía Anónima Hilaturas de Fabra y Coats, acontecimiento importante que supuso la primera inversión extranjera en la economía industrial catalana, sí, justo en Sant Andreu.
Desde ese momento, la historia de la Fabra i Coats es una historia de éxitos que podemos ver en la continua ampliación de la fábrica con el anexo de nuevos espacios para la creación de las artes. Un espacio multidisciplinar que acoge todo tipo de artistas, espacios de servicio social, centro cultural, bibliotecas, etc. Un centro de hibridación que abarca la contemporaneidad conservando la memoria histórica de la fábrica, en este caso desde la fotografía en blanco y negro.
La cámara estenopeica es oscura sin ningún tipo de lente, ya que ésta se sustituye por un pequeño agujero, el estenopio, más o menos de un diámetro, condicionado por la distancia focal, es decir, desde donde convergen los rayos de luz hasta que se genera la imagen nítida que será la fotografía. Además, en la parte posterior se pone el papel fotosensible para obtener una imagen invertida y en negativo. Un método que se utiliza desde 500 a.C. según consta en algunas obras de Aristóteles. Estas imágenes tienen una profundidad desde el primer plano hasta el infinito.
Este tipo de cámara tiene unas cualidades que la alejan de los estándares habituales. El resultado es una imagen más abstracta, más libre para el fotógrafo y para el que observa las fotos. El blanco y negro representa el mundo simplificado como un dibujo de carbón. La simplicidad y el claroscuro de las imágenes hacen que cada toma sea prácticamente imprevisible. Los factores como la luz y la composición de las escenas son simples y a la vez sublimes.
Lo que se utilizó como un medio para demostrar elementos geométricos en la civilización griega, hoy se usa para experimentar en el ámbito de las artes plásticas.
'El ojo de la estenopeica' no es la única exposición que muestra Ignasi, ya lo ha hecho antes en otras ocasiones sobre otros municipios catalanes. Sin embargo, la de ‘El ojo de la estenopeica’ se puede disfrutar en el Ateneu de L´Harmonia en la Fabra i Coats, calle de Sant Adrià, 20 hasta el día 28 de febrero desde las 10 horas hasta las 22 horas.