Los vecinos de Sant Andreu de Palomar han vuelto a rechazar este viernes la implantación del polémico sistema de recogida de basuras puerta a puerta.
Medio millar de residentes se han concentrado delante de la sede de distrito, cortando el tráfico del paseo de Torras i Bages, para reclamar el fin de este método de reciclaje que ha provocado ruido, unos nieveles de suciedad nunca vistos, y la presencia de numerosas ratas por las calles.
Las críticas al gobierno municipal realizadas durante el parlamento de la protesta han ido acompañadas de gritos como “no al puerta a puerta”, “fuera Colau” y “queremos un barrio limpio”, aunque también se han dejado ver otras reivindicaciones, como el rechazo a las pacificaciones y las superillas.
ACCIONES DE RECHAZO
Desde la organización de la protesta, representada por el vecino e ingeniero Josep Valcarce y la presidenta de la Asociación de Vecinos Sant Andreu Sud, Cristina Galán, se han propuesto acciones para que los vecinos rechacen el puerta a puerta. Para los vecinos que se encuentran en la fase 1 de la recogida, se ha invitado a los residentes a hacer “turismo de basuras”. Esta medida se basa en “tirar los residuos en barrios contiguos o zonas donde aún haya contenedores”.
Otra propuesta ha sido la “retirada del chip del cubo de orgánico” y hacer uso de bolsas que no dispongan de este sistema de control. De esta forma, han recordado,”el operario no podrá leer con su pulsera la aportación y no la contabilizará”.
En caso de utilizarse las bolsas de basura del consistorio, se ha invitado a los vecinos a “recortar el chip y tapar el agujero con celo”.
NO FACILITAR DATOS
Para los vecinos y empresas que se encuentren en la fase 2, durante la protesta se ha insistido en que no cuentan con la obligación de dar sus datos, ni tampoco tienen que “recoger el material ni firmar ningún papel”. El objetivo de esta acción, que podría ir acompañada de una nueva protesta, es imposibilitar la implementación “en este sector del barrio”.
La organización también ha hecho especial hincapié en que los vecinos separen bien los residuos para que, cuando el Ayuntamiento les “tache de incívicos”, quede reflejada la mentira del gobierno municipal. El rechazo al puerta a puerta es absoulto, y Sant Andreu no dejará de luchar contra un sistema impuesto y fallido.