La renovación de la rambla de Fabra i Puig termina con un coste de 850.000 euros
Las obras, entre las calles Gran de Sant Andreu y Concepció Arenal, tenían una inversión prevista de 910.000 euros
16 julio, 2022 13:56Noticias relacionadas
Finaliza la reforma de la rambla de Fabra i Puig de Barcelona. En concreto, durante cuatro meses, se ha pavimentado el paseo central, entre las calles Gran de Sant Andreu y Concepció Arenal.
A pesar de que la inversión prevista era de 910.000 euros, finalmente los trabajos han tenido un coste aproximado de 850.000 euros.
REFORMA
El Ayuntamiento ha informado este sábado, 16 de julio, que se ha puesto un pavimento de asfalto liso –con una franja de 4,40 metros de ancho en el lado izquierdo del paseo– y otro de asfalto con grabado de la superficie en el lado contrario.
Con la reforma, se pretende distinguir el lado en el que están ubicadas las terrazas de los locales de ocio del paseo en sí, que queda libre para los transeúntes.
MOBILIARIO URBANO
En la obra se ha mantenido todo el mobiliario urbano existente. La única excepción han sido los bancos y papeleras, que se han sustituido por nuevos.
Además, se han retirado todas las pilonas en forma de bola. En cuanto al arbolado, el proyecto ha contemplado la protección de 126 árboles y la reposición de tres ejemplares.
PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS
Estas obras fueron votadas en el marco de los presupuestos participativos, con 1.083 votos, y dan continuidad a la remodelación del pavimento de la rambla hacia la de l'Onze de Setembre, desde la calle Gran de Sant Andreu hasta la calle Segre.
QUEJAS DE LOS PROPIETARIOS
El pasado junio, el propietario de un bar de la rambla denunció que la renovación del pavimento del tramo central del paseo se caía a trozos.
No es la primera vez que se encuentran chapuzas en las obras de renovación municipales, y así lo denunció Mena Gadea –colaboradora de Metrópoli y consejera de JxCat en Sant Andreu–.
"COMO PLASTILINA"
En un vídeo que difundió Gadea, se observa como el dueño explica que, cuando sus clientes se sentaron en las sillas, el suelo se hundió. "Esto es como plastilina", muestra. "Qué profesionales", ironiza.