El Bon Pastor, el barrio más cubierto de amianto de Barcelona
Vecinos del barrio denuncian que los trabajos de retirada del también conocido como asbesto se llevan a cabo sin seguridad, poniendo en riesgo la salud de trabajadores y residentes
13 mayo, 2024 23:30Alarma sanitaria en el Bon Pastor de Barcelona por la alta presencia de amianto. El barrio barcelonés alberga el dudoso honor de ser el área con mayor presencia de techados de fibrocemento de toda la capital catalana, según el visor de techados compuestos por este material elaborado por la Generalitat de Catalunya. Sucede, según denuncia la asociación Avis de Barri a Metrópoli, que las obras de retirada de este compuesto tan peligroso se están ejecutando sin los debidos protocolos de aislamiento y protección, tanto para los ciudadanos como los trabajadores.
El presidente de la entidad, Josep Capdevila, y el portavoz Luis Carmelo relatan a este digital que el plan de derribo de las antiguas casas baratas se ha llevado a cabo sin tomar las precauciones adecuadas: ni trabajadores equipados con Equipos de Protección Individual (EPI), ni espacio delimitado, ni obras aisladas con plástico. Sin embargo, algunos de los techados de estas viviendas tenían amianto entre sus componentes.
En su guía para la retirada de este material, el Ministerio de Trabajo señala que hay que aislar la zona con un recubrimiento con plástico o una estructura desmontable sellada con juntas o cinta adhesiva. Esa protección "nunca se ha implantado" en las obras. Lo que existe, por otro lado, es un vallado regular y abierto, que permite que las partículas se diseminen. El procedimiento debe ejecutarse por una empresa especializada en desamiantado "a la que tampoco se la ha visto", lamentan.
El barrio con más amianto
El Bon Pastor acumula en su haber un total de 298 techados que contienen el también conocido como asbesto, deshilachado en pequeñas fibras que se entremezclan con el cemento para fortalecerlo. Sin embargo, el mapeado elaborado por el Govern comprende solo aquellas superficies de entre 35 y 100 metros cuadrados, por lo que el número final podría ser, con todo, mayor.
Estos se acumulan, sobre todo, en la parte superior de las antiguas naves industriales, ubicadas en los polígonos, aunque también se puede encontrar en bajantes, jardineras e incluso en el interior de pisos y casas.
Algo parecido ocurre con la retirada de amianto de un edificio ubicado entre el paseo de Enric Sanchís y la calle de Sant Adrià. El inmueble dispone de dos grandes tabiques pluviales con fibrocemento --de 60 años desde su colocación-- que están encarados al patio de un colegio. A pesar de que los vecinos se hicieron eco de la necesidad de retirarlos, todavía no se han llevado a cabo las obras.
Un material cancerígeno
La vida útil de este material de construcción, que muchas vidas se ha cobrado en Catalunya durante las últimas décadas, ronda los 30 - 35 años. Aunque su prohibición en España data de 2001, otros países europeos ya vetaron su uso en los 80.
Miguel Moreno, portavoz de la Asociación de Jubilados Macosa-Alstorm, Afectados por el Amianto, explica que el periodo útil del aproximadamente el 80% del asbesto que todavía queda ya ha expirado. Por tanto, el material es más sensible "al desgaste o a la ruptura" y, por ello, a la liberación de partículas, consideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un cancerígeno de primer grado.
"Un viento, una tormenta, una obra o cualquier cosa puede influir en la liberación de fibras de amianto, de las que se podrían juntar unas 50.000 en el diámetro de un pelo", detalla. Además, es un material "sin linde de seguridad, por lo que una sola fibra podría desencadenar enfermedades, que pueden mantenerse en un periodo de latencia de entre 10 y hasta 40 años".
Sin embargo, las partículas dañinas "también pueden liberarse en su vida útil", sobre todo si el fibrocemento se rompe o está en contacto con componentes corrosivos o erosivos, como pueden ser los cambios de temperaturas, el aire o la humedad, entre otros.
El pasado 7 de mayo, el Govern aprobó el Proyecto de ley para la erradicación del amianto en Catalunya. Todavía falta que se apruebe en el Parlament, algo para lo que habrá que esperar a la constitución de un nuevo Legislativo autonómico. El objetivo es lograr la retirada total de este material para 2032.
A la edición de este artículo, el Ayuntamiento no ha contestado a las preguntas formuladas por Metrópoli.