Los vecinos del Bogatell y el grupo municipal de Ciutadans (Cs) en el distrito de Sant Martí pieron hace poco más de una semana un semáforo para regular el peligroso cruce de las calles de Pujades y de Pamplona, en el barrio de El Parc i la Llacuna del Poblenou, un punto en el que se registraron el año pasado la friolera de siete accidentes de tráficoi. No tuvieron suerte. El gobierno municipal de Ada Colau, por boca del consejero de Barcelona en Comú (BeC) en Sant Martí, Francesc Carmona, mandó la propuesta “a la cola” porque no había dinero para instalarlo y porque tampoco es que hubiera demasiados accidentes. La respuesta de Carmona generó un importante rechazo entre el vecindario, y para acallar el malestar el distrito de Sant Martí ha tomado cartas en el asunto para solucionarlo.
Pero la solución tomada dista mucho de ser la colocación urgente del reclamado semáforo. El gobierno de Colau se ha sacado de la manga una solución descafeinada para intentar atajar la siniestralidad de la encrucijada (en la que convergen un carril bici de doble sentido, dos pasos de peatones, dos vías con una importante densidad de tráfico -con sus correspondientes aceras- y una boca de metro de la concurrida estación de Bogatell). Se trata de la colocación de una señal lumíinica que recuerda que se debe circular a 50 kilómetros por hora (la velocidad máxima permitida en ciudad) y que está dotada de un sensor que informa a los conductores de la velocidad real a la que circulan para que quiten el día del acelerador y pisen el freno.
La medida no ha caído nada bien entre la Asociación de Vecinos del Bogatell. “¿Poner un radar en la calla de Pamplona antes del cruce con la de Pujades es la solución (a la no colocación) del semáforo”, ha criticado la entidad con incredulidad en las redes sociales. La concejal de Ciutadans adscrita al distrito de Sant Martí, Marilén Barceló, también se ha mostrado sorprendida y contrariada por la actuación del distrito en el polémico cruce. “Pedimos un semáforo y la solución del Gobierno de Colau es poner un cartel sólo para reducir la velocidad. ¿Esta es la solución?”, se ha lamentado Barceló en Twitter. Queda claro que el semáforo sigue en la cola.