Un día después de que cayera una parte de un techo de la cocina de un piso de la calle de Tessàlia, en el barrio del Besòs, los bomberos de Barcelona han tenido que volver a actuar este miércoles en otra finca de la zona. Los servicios de emergencia han tenido que apuntalar dos pisos, según los vecinos, del número 44 de la calle de Alfons el Magnànim. La finca, como otras muchas del Besòs, tiene aluminosis y otras patologías constructivas.
Según Tereixa Pardo, miembro de la comisión de Vivienda de la asociación de vecinos del Maresme y del grupo de afectados por la aluminosis en el Besòs, hay 153 comunidades de propietarios, unos 50 bloques, con aluminosis en el barrio, aunque desde la asociación de vecinos del Besòs se rebajan la cifra de edificios afectados a 38 o 40. En cualquier caso, el número de inmuebles con aluminosis en el Besòs es muy elevado. La mayoría de las viviendas, además, se construyeron a finales de los años 50 con materiales de mala calidad y escasa cimentación.
DESALOJO PREVENTIVO
Fuentes municipales explican que en una de las viviendas de la finca de la calle de Alfons el Magnànim ha caído un falso techo y ha aparecido una grieta. Siempre según la versión municipal, los bomberos han desalojado el edificio de "forma preventiva", mientras ha durado la inspección, "para descartar cualquier riesgo". Los bomberos han apuntalado el lavadero afectado por el desprendimiento y han permitido a las familias volver a sus casas.
La versión vecinal se parece poco a la que ofrece el Ayuntamiento. Según Asunción García, también miembro de la asociación de vecinos del Maresme y del grupo de afectados por la aluminosis en el Besòs, la intervención municipal ha sido requerida por residentes de la zona para que revisaran el edificio "de urgencia", con pisos con grietas, vibraciones y filtraciones de agua. El desalojo ha durado más de tres horas, desde las 12.00 hasta pasadas las 15.00 horas.
La actuación de los bomberos se ha saldado con el apuntalamiento de dos pisos, detalla Diana Escudero, vecina del inmueble. Escudero explica que el bloque tiene "aluminosis en grado extremo" y es urgente que se actúe. Dice que en el edificio viven unas 100 personas, entre ellas niños y ancianos. "Yo mismo he llamado a los bomberos. Hay vigas que hacen panza. El edificio corre peligro. Hay un serio riesgo. No se está actuando bien". En los últimos meses, la situación del inmueble ha empeorado. "Se colocaron unos badenes en la calle y cada vez que pasa un camión de gran tonelaje o un autobús la finca vibra". Las fuentes municipales consultadas no se han mojado sobre la actuación urgente que reclaman los residentes.
DERRIBO QUE NO SE MATERIALIZÓ
Según las vecinas, este bloque, junto a los números 40 y 42 de la misma calle, son algunos de los que están en peor estado. En los años 70, aparecieron los primeros síntomas de degradación de las viviendas del Besòs construidas en los años 50. Un informe técnico elaborado por una comisión del propio Ayuntamiento de Barcelona aconsejó en 1977 derribar 30 de estos edificios. Eran los más afectados. Sin embargo, la demolición solo se hizo en una parte de los inmuebles y en el resto se optó por reforzar los cimientos", explica Pardo. Entre estas fincas, estaban las citadas de la calle de Alfons el Magnànim.
García añade que los bomberos han garantizado la seguridad del edificio tres o cuatro meses, pero no más tiempo. Siempre según la versión de estas vecinas, los bomberos creen que se tiene que hacer una inspección técnica urgente y apuntalar otros de los pisos del bloque. El grupo de afectados por la aluminosis reclama que estas actuaciones se hagan en el total de fincas con patologías. A principios de los 90, cuando se visibilizó la presencia de aluminosis en Barcelona, se acentuaron los problemas estructurales de estas viviendas.
PRESUPUESTO A FONDO PERDIDO
"Nosotros pedimos que se haga un informe técnico y se valore cuáles son los pisos en los que es más urgente actuar". También demandan la puesta en marcha de "medidas cautelares", como la colocación de puntales y redes de contención para desprendimientos y la sustitución de las vigas en mal estado. Pardo cree que es necesario destinar una partida urgente de dinero "a fondo perdido" para los informes técnicos y las medidas cautelares.
Según Pardo, hasta ahora "el plan de ayudas ha sido un fracaso, al igual que el Pla de Barris. Un informe de 2007 dice que se rehabilitó un 40% de las fincas, pero en muchas de ellas fueron pequeñas intervenciones. No se sustituyeron todas las vigas con aluminosis y la degradación estructural continuó. Solo se han ido poniendo parches". También añade que el actual gobierno no ha querido "activar" la mesa constituida en 2018 para abordar la situación del Besòs.
REHABILITACIÓN INTEGRAL
El martes, antes del incidente de la calle de Alfons el Magnànim, Metrópoli Abierta habló con el concejal de distrito, David Escudé. Reconoce que hay muchas viviendas con aluminosis, aunque explica que el problema viene de muchos años atrás. Según el edil, a lo largo de distintos mandatos se ha puesto mucho dinero, pero no ha servido para poner fin al deterioro. La intención, añade, es empezar a resolver el problema de forma definitiva este mandato, aunque los trabajos llevarán más tiempo.
Escudé explica que antes de la pandemia la intención era poner en marcha una medida de gobierno para llevar a cabo "una rehabilitación integral en el Besòs, no solo urbanística, sino también social, con la implicación de todos los agentes y los grupos de la oposición". Ahora, con la crisis sanitaria, el distrito sigue teniendo en el Besòs una de sus prioridades, pero habrá que ver qué actuaciones se pueden llevar a cabo tras las modificaciones presupuestarias que se deberán acometer.