Hace aproximadamente un mes que los vecinos de la calle València, en el barrio del Clot, sufren una mayor contaminación acústica. Por motivos desconocidos, los residentes del distrito de Sant Martí notan más el sonido y las vibraciones desencadenadas por los convoyes del metro de la línea 2 (L2), que circulan entre las paradas de Clot y Encants.
A pesar de que la línea no es nueva, cada tres o cinco minutos, de 05.00 horas de la mañana a 12.00 horas de la noche, el movimiento del suburbano hace que les vibre el suelo y que escuchen un molesto sonido. Los ruidos se producen 360 veces de media al día.
LOS DECIBELIOS REBASAN EL MÁXIMO PERMITIDO
Bertha y su marido Alejandro viven en el entresuelo del número 607 de la calle València. Tienen dos niños pequeños y a diario escuchan el molesto sonido que proviene de bajo tierra. Alarmados por la nueva situación que tienen que soportar han comprobado como los decibelios, que deberían rondar por los 30, sobrepasan el límite situándose en 60, una cifra que rebasa el máximo permitido en una vivienda.
"Según la antigüedad del convoy" se oye más o menos, aseguran. Este matrimonio lamenta a Metrópoli Abierta la perturbación a la que se ven sometidos: "no podemos vivir así. No hay forma de descansar tranquilos". La desesperación de la pareja ha llegado a tal punto que se han visto obligados a pedir explicaciones al Ayuntamiento de Barcelona y a TMB.
La empresa pública de transporte ha respondido a la pareja que trasladarán la petición "al departamento correspondiente" e iniciarán "las acciones oportunas para determinar el origen de la afectación". La Asociación de Vecinos del Clot-Camp de l'Arpa también informó a los afectados de que ya se habían producido casos similares debido a las "obras del AVE por Sagrada Família y Eixample". Por parte del consistorio barcelonés a día de hoy no han recibido respuesta.
TMB ESTUDIA LAS QUEJAS
Carlos, el propietario del bar Las Tres N, situado en los bajos del edificio afectado por los temblores del paso del metro, también se suma a la queja vecinal. El propietario argumenta que, desde finales del mes de febrero, nota "mucho más" el movimiento del suburbano. Dice que "vibran los platos y las copas" en el interior de su local y teme que esto pueda llegar a comportar "consecuencias con su clientela", la misma valoración que hacen otros comercios de la zona.
Este medio ha pedido a TMB una explicación sobre las recientes molestias del metro en el barrio del Clot. El operador metropolitano ha notificado que "recientemente han recibido una comunicación referente a las vibraciones percibidas en un sector de la calle de València coincidentes con el trazado de la línea 2". Portavoces del organismo han explicado que "el servicio de atención al cliente ha derivado la queja al departamento de infraestructuras del metro" y que, "próximamente, los técnicos del departamento se pondrán en contacto con la persona reclamante para recoger información y valorar el problema, como paso previo para determinar y aplicar las medidas de corrección más adecuadas". TMB ha incidido en que "se toma seriamente cualquier notificación de problema de vibraciones en viviendas que puedan estar relacionadas con el funcionamiento de la red de metro".
LOS TEMBLORES, UN PROBLEMA HABITUAL
La línea 2 del metro, que va de Badalona Pompeu Fabra a Paral·lel y que fue inaugurada en 1995, es una de las que ha acarreado más molestias a lo largo de los años. En 2016 los vecinos de Sant Antoni llegaron a pedir a las administraciones que acelerasen las obras de mejora previstas para resolver el estorbo acústico. La petición se produjo un año después de que se cerrase durante un mes la estación por los temblores. Además, el movimiento entre las estaciones de Sagrada Familia y Encants llegó a abrir grietas en algunas viviendas, poniendo en peligro la seguridad de sus residentes.
Miembros de la Generalitat y del Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat fueron más tajantes ante las convulsiones de la línea 9 entre las estaciones de Collblanc y la Torrassa: el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, y de la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, acordaron que, hasta que no se solucionara al problema se reduciría la velocidad de los trenes.
En 2019 se llevaron a cabo obras de mejora con la finalidad de "reducir el ruido y las vibraciones", entre otros problemas, de la Línea 1 del metro de Barcelona. 400 operarios trabajaron durante meses en el tramo cortado de la línea más utilizada del suburbano. Estos renovaron nueve kilómetros de vías para sustituir el balasto (las piedras que hay bajo los raíles y las traviesas) por hormigón, un material más silencioso.
EL LASTRE DE LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA
Según un estudio de la Universitat de Vic - Universitat Central de Catalunya, el 88% de los vecinos de Barcelona están expuestos a altos niveles de ruido. A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) valoró que el 57% de los residentes de la ciudad tenía que soportar niveles de ruidos "considerados como perjudiciales", siendo Ciutat Vella el distrito más damnificado. En la capital catalana mueren 130 personas cada año debido a la contaminación acústica.