La Torre de les Aigües del Besòs cierra porque el Ayuntamiento no la limpia

La Torre de les Aigües del Besòs, un edificio patrimonial de Barcelona, cierra sus puertas porque está sucia y el Ayuntamiento, propietario del inmueble, no la limpia. Las acusaciones las hace el Arxiu Històric del Poblenou, la entidad que se encarga de hacer las visitas guiadas desde hace nueve años. "Hace unos tres años que se limpia, desde antes de la pandemia. Nos da vergüenza enseñarla. Es una cuestión de higiene", expone el presidente del Arxiu Jordi Fossas. 

Este sábado, 18 de junio, el Arxiu Històric del Poblenou hará la última visita guiada que hace semanalmente. Y no las retomará hasta que el consistorio haya adecentado la torre. También se cancelan las visitas especiales, por ejemplo, a escuelas, añade Fossas. A finales de 2021, la entidad, que tiene la sede en la misma torre, recordó al distrito cuál era la situación del edificio. En la reunión estaban, entre otros, el concejal David Escudé y el gerente Josep Garcia Puga, pero seis meses después la situación no ha mejorado.

63 METROS Y 311 ESCALONES

La torre, de 63 metros y con 311 escalones, requiere de una limpieza especial al tratarse de un edificio protegido. "No se puede limpiar con un cubo y un mocho. ¿A qué a nadie se le ocurriría limpiar así la Sagrada Família? Requiere de unos trabajos singulares. Y el Ayuntamiento no se ocupa. Hacemos reuniones y no sirven de nada. Los políticos hablan en futuro y nosotros en presente. Parecemos mundos paralelos", dice el presidente del Arxiu Històric del Poblenou. 

El edificio se encuentra en la plaza de Ramon Calsina, en el barrio de Diagonal Mar i el Front Marítim del Poblenou. La Torre de les Aigües fue construida a finales del siglo XIX para "aprovechar el caudal suterráneo del río Besòs", recuerda la página web del monumento. Durante aquel tiempo, el agua era un bien escaso en Barcelona y los alrededores a diferencia de otras grandes ciudades europeas.

El proyecto se encargó al arquitecto municipal de Sant Martí de Provençals (entonces un municipio independiente y hoy un barrio de la ciudad) Pere Falqués. La torre, construida únicamente con ladrillos, tenía que medir 80 metros y disponer de dos depósitos. Fue inaugurada en 1882 cuando se llevaban levantados 51 metros. El proyecto acabó fracasando cuando se puso en duda la calidad del agua para el consumo humano. Con posterioridad, la torre se orientó al aprovisionamiento de agua industrial.

Entre 2010 y 2012, la torre fue rehabilitada, así como la Casa de les Vàlvules, con el objetivo de poner en valor ambas construcciones. El encargo se hizo a los arquitectos Antoni Vilanova y Eduard Simó, al arquitecto técnico Joan Olona y a la geógrafa e historiadora Mercè Tatjer.